INTRODUCCIÓN
El golf tiene un origen incierto, y como en la mayoría de los deportes, se pierde en el comienzo de los tiempos. Para algunos proviene de un juego romano denominado "paganica" que data del siglo I, otros lo atribuyen a los ingleses del siglo XIV por su parecido con la "cambuca", también se asocia a un juego practicado en los Países Bajos en el siglo XIV denominado "kolf", y por último, hay quien lo relaciona con Francia y lo asimilan al "jeu mail" o al "chole".
Las primeras noticias sobre el golf, tal como lo conocemos en la actualidad, proceden de la Escocia del siglo XV, donde, según cuenta la leyenda, este deporte se juega sobre 18 hoyos porque el whisky tiene 18 medidas1. En sus inicios, el golf logró que compitieran de igual a igual nobles y plebeyos. El primer partido del que se tienen datos es el que jugó el príncipe de Gales con John Paterson en 1682.
En 1745 se creó en el Reino Unido la primera reglamentación de este deporte, y en 1860 se celebró el primer torneo del Open británico. En 1891 se fundó el primer club de golf español en Las Palmas de Gran Canaria.
La popularidad del golf ha ido en aumento en los últimos años. Hoy este deporte ocupa el cuarto lugar en número de licencias de España, después del fútbol, el baloncesto y la caza.
Esto se puede explicar por los beneficios sobre la salud (una persona de unos 70 kg quema de 600 a 1.000 kcal en realizar todo el recorrido de un campo de golf) y por lo agradable que resulta el entorno natural donde se realiza.
Cada vez es mayor el número de niños que practican deporte a nivel competitivo. La Asociación Médica Mundial recomienda que se hagan consideraciones iniciales sobre el crecimiento y desarrollo cuando los participantes sean niños o adolescentes2.
La etapa de la pubertad es una de las más delicadas e importantes en la vida de todo ser humano. Se refiere al inicio de la maduración sexual. En este momento se experimentan cambios físicos, hormonales y sexuales. Cuando un niño tiene entre 9 y 16 años, entra en la pubertad. Ésta se caracteriza por un crecimiento rápido y la aparición de las características sexuales secundarias. La edad exacta de la pubertad depende de factores como la herencia, la nutrición y el sexo3.
La cineantropometría es una ciencia del deporte acuñada por Ross en 1972, la cual estudia la forma, proporcionalidad y composición humana, utilizando medidas del cuerpo. Su objetivo es entender el proceso del crecimiento, el ejercicio, el rendimiento deportivo y la nutrición4. El somatotipo5 lo definió Sheldon como la cuantificación de los 3 componentes primarios del cuerpo humano que configuran la morfología del individuo, expresado en tres cifras. Para Carter, somatotipo es la descripción numérica de la configuración morfológica de un individuo en el momento de ser estudiado6. Los factores que influyen son: edad, sexo, crecimiento, actividad física, alimentación, factores ambientales y medio sociocultural.
Las aplicaciones del cálculo del somatotipo7,8 son importantes, entre otras, en la valoración del deportista y en el estudio del crecimiento y la maduración.
La hipótesis que da pie a nuestro estudio es conocer las características antropométricas en un deporte como el golf, uno de los más practicados en España, y en unas edades en las que es importante conocer las características antropométricas por su repercusión en las alteraciones orgánicas producidas por el entrenamiento a alto nivel y sus posibles secuelas.
Nuestro objetivo es disponer de valores antropométricos de referencia, al igual que los tenemos en otros deportes, para poder analizar y comparar mejor a estos deportistas.
MATERIAL Y MÉTODOS
Realizamos un estudio estadístico transversal descriptivo y consecutivo de las características morfofuncionales de 30 jugadores de golf, en edad puberal, que formaban parte de la Selección Andaluza y tenían un alto nivel de competición. Todos ellos fueron remitidos por la Federación Andaluza al Centro Andaluz de Medicina del Deporte de Málaga para que se les realizara un reconocimiento médico-deportivo completo9. Los padres o tutores firmaron una hoja de consentimiento informado para la realización de estas pruebas.
Las medidas se realizaron en concordancia a lo establecido por el International Working Group of Kinanthropometry (IWGK) y recogido actualmente por la International Society of the Advancement of Kinanthropometry (ISAK). Dicha metodología fue descrita por Ross et al10. Este protocolo es seguido y aceptado por el Grupo Español de Cineantropometría (GREC), como queda reflejado en el Manual de Cineantropometría de la Federación Española de Medicina del Deporte11,12.
Los parámetros medidos fueron: peso; talla; pliegues tricipital, subescapular, bicipital, supracrestal, abdominal, supraespinal, muslo anterior y pierna medial; perímetros cefálico, mesoesternal, abdominal 1 o cintura, brazo relajado, brazo contraído, antebrazo, muslo (a 1 cm del pliegue inguinal), pierna; diámetros biacromial, transverso del tórax, anteroposterior del tórax, biileocrestal, biepicondíleo del húmero, biestiloideo, bicondíleo del fémur. Para la recogida de estos datos se utilizaron: báscula y tallímetro marca Seca; cinta antropométrica marca Rotary; plicómetro, paquímetro y antropómetro marca Holtain.
Para el estudio antropométrico utilizamos el programa informático Antropos, de Alvero JR, Fernández JM, Fernández VJ. El análisis estadístico ha sido realizado con el programa SPSS 11.5.
A partir de estos datos se determinó el somatotipo medio según el método de Heath-Carter4,13,14, la composición corporal según la propuesta de De Rose y Guimaraes de 1980, basada en el "modelo de cuatro componentes" de Matiegka. El cálculo de los cuatro pliegues grasos (tricipital, subescapular, suprailíaco y abdominal) se realiza mediante la fórmula de Yuhasz de 1962 modificada por Faulkner, y el de los seis pliegues (tricipital, subescapular, suprailíaco, abdominal, muslo anterior y pierna medial), mediante el protocolo de Heath-Carter15-17. Para el cálculo de la masa ósea utilizamos la fórmula de Von Döbeln modificada por Rocha en 197415,18. El peso de la masa muscular se deduce de la propuesta de Matiegka19, que radica en restar del peso total el peso graso, el peso óseo y el peso residual.
Realizamos una búsqueda bibliográfica en PubMed.
RESULTADOS
El análisis estadístico de los resultados se presenta con medidas de tendencia central, media y desviación estándar.
La media de edad obtenida para los niños es de 14,1 ± 1,2 años, sus medidas antropométricas son: peso, 56 ± 11,7 kg; talla, 164,4 ± 14 cm; sumatorio de cuatro pliegues, 38,3 ± 13,2 mm, y sumatorio de seis pliegues, 63,2 ± 19,3 mm. Las niñas tienen una edad de 13,5 ± 1,8 años; peso, 47,4 ± 8,9 kg; talla, 156,2 ± 7,5 cm; sumatorio de cuatro pliegues, 39,7 ± 10 mm, y sumatorio de seis pliegues, 79,1 ± 19,4 mm. Estos datos se especifican en la tabla I.
La composición corporal observada en los niños presenta un porcentaje de masa grasa, según Faulkner, de 11,7 ± 2, y según Carter, de 9,2 ± 2; la proporción muscular es de 46,1 ± 2,9, y el porcentaje óseo, de 19,5 ± 2,8. Estos mismos datos en las niñas son: masa grasa según Faulkner, 15,7 ± 3,7, y según Carter, 11,9 ± 1,9; la masa muscular es de 43,8 ± 1,9, y la masa ósea, de 17,2 ± 2,8. Estos parámetros se representan en la tabla II.
Con respecto al somatotipo, obtenemos los siguientes valores para los niños: endomorfia, 2,6 ± 0,9; mesomorfia, 4,6 ± 0,9, y ectomorfia, 3,4 ± 1,5; respecto a las niñas, se han observado los siguientes resultados: 3,2 ± 0,6 - 4,0 ± 0,6 - 2,9 ± 1,2 (tabla III). Las somatocartas correspondientes a estos somatotipos se exponen las figuras 1 y 2, respectivamente.
Figura 1 Somatocarta de los niños (media desviación típica
Figura 2 Somatocarta de las niñas (media ± desviación típica).
DISCUSIÓN
Los varones presentan un somatotipo (2,64-4,66-3,42) con predominio del componente mesomórfico. Esto es similar al encontrado en un grupo de jugadores de golf japoneses20 (4,7-5,6-2,2) y en un grupo argentino21 (4,5-5,1-2,1), todos ellos de élite y en edad adulta. Existe una superioridad mesomórfica, aunque en nuestros jugadores los parámetros endomórficos son menores y los ectomórficos son mayores, lo que puede deberse a la diferencia de edad, ya que ambos estudios tienen una edad superior a la de nuestra muestra.
En lo que respecta a las chicas, éstas también presentan un somatotipo con predominio mesomórfico (3,28-4,09-2,92). Difieren con los resultados del estudio argentino21 en que presenta una supremacía del componente endomórfico, que podría deberse a la escasez de muestra (n = 1 en el estudio argentino, frente a las 10 de nuestro estudio) o a la diferencia de edad (19 años, frente a 13,5 ± 1,8 años de las jugadoras de Málaga).
Hemos encontrado una escasez de artículos en cuanto a perfiles antropométricos de jugadores de golf tanto a nivel mundial como en nuestro país. Hemos revisado otros deportes en los que se ha publicado el somatotipo en edad puberal, pero las características de estas modalidades deportivas hacen que no sean comparables con las de nuestro estudio22,23.
En resumen, podemos concluir que la proporción de tejido graso medido por Faulkner es un 4% mayor en niñas que en niños, mientras que por Carter es un 2,7%; el porcentaje de masa muscular es un 2,3% superior en los niños que en las niñas y el tejido óseo es un 2,3% superior en chicos que en chicas y el somatotipo medio del grupo de niños es 2,64-4,66-3,42 y en niñas 3,28-4,09-2,92, lo cual nos muestra una mayor mesomorfia y ectomorfia en los chicos mientras que en las chicas predomina la endomorfia. Las características morfológicas de los practicantes de golf deben ser tenidas en cuenta para determinar las condiciones por las cuales las habilidades de los deportistas puedan mejorar. Estas medidas grupales de tendencia central son útiles para comparar al individuo, dentro de su categoría, con el resto del grupo y con él mismo. En la actualidad estamos trabajando en la ampliación de la recogida de muestra para aumentar el rango, y así poder tener una mejor determinación del perfil antropométrico en este deporte y en las edades en las que hemos realizado el estudio.
Correspondencia: María C. Martín Fernández.
Centro Andaluz de Medicina del Deporte.
Avenida Santa Rosa de Lima, 7. 29007 Málaga. España.
Correo electrónico: menmarfe@hotmail.com