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Vol. 44. Issue 164.
Pages 204-209 (October - December 2009)
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El deporte en la obra de Hans Erni
Sport in the work of Hans Erni
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Ramon Balius i Julia
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Hans Erni es un artista suizo polifacético que recientemente ha cumplido los cien años, en perfectas condiciones mentales y físicas. Su obra es inmensamente extensa y en ella, por lo general sobre una base filosófica, se desarrollan, entre muchos otros, temas técnicos, científicos, sociopolíticos, ecológicos o deportivos. Así, en relación con estas materias es posible contemplar pinturas, grandes murales, relieves, esculturas, grabados, dibujos, litografías, cerámicas, carteles, ilustraciones de libros, decorados operísticos, vestuarios teatrales, diseños de tapicería, sellos y medallas.

Con esta perspectiva centenaria, pensamos que es ilusorio intentar presentar una nota biográfica amplia. Únicamente comentaremos algunos aspectos de la larga vida de Hans Enri que creemos trascendentes para él y para su obra.

Hans Erni nació en Lucerna el 21 de febrero de 1909. Su padre era mecánico de buques en el lago Cuatro Cantones y heredó de él el talento para el dibujo.

Figura 1 Saltador de altura y juez. Témpera papel, 55 × 65 cm. 1988.

Posiblemente este origen modesto influyó en su motivación posterior por el compromiso social. Entre 1915 i 1923 acudió a la escuela primaria, y luego realizó el aprendizaje como técnico agrimensor y posteriormente como delineante arquitecto. Ingresó en la Esuela de Artes y Oficios de Lucerna, y se trasladó a París en 1928. Allí acudió a la Academia Julian, y simultáneamente instaló su propio taller. En la capital de Francia conoció las tendencias artísticas del momento y se relacionó con artistas como Picasso, Arp y Braque. En 1929 viajó a Berlín y estudió en la Academia de Artes Liberales y Aplicadas de esta ciudad. En el período entre 1930 y 1936 residió alternativamente en París y en Lucerna, y trabajaba con el seudónimo Francois Grecques. Formó parte del grupo Abstracción y mantuvo contacto con Arp, Brancusi, Kandinsky y Mondrian. Durante parte de esta etapa se instaló en Londres, donde entabló amistad con Calder y Moore, artistas representativos de este período abstracto.

Figura 2 Helix im doppelhelix. Témpera papel, 76 × 57 cm. 1995.

En 1939 recibe el encargo de un mural de cien metros de largo por cinco de ancho destinado a la Exposición Nacional Suiza de Zurich. Es entonces cuando abandona la abstracción y crea su verdadero estilo personal, que se manifiesta ya en esta obra, denominada Suiza, país de vacaciones de todos los pueblos. En una entrevista realizada el 2004 por Teresa Rif-Esbert explica que "quería presentar a su nación desde su contexto histórico, religioso, tecnológico, y que esto no podía dibujarlo con un estilo abstracto [...]; además pretendía mostrar las amenazas coyunturales que acechaban al país, con las contradicciones y los problemas sociales inherentes. Sencillamente, no quería dar una imagen idealizada de su pueblo". A partir de esta actividad que reafirmó su personalidad artística, su producción se extendió rápidamente por las principales ciudades del mundo. Ahora bien, Hans Erni quería fundamentalmente trabajar para la paz, tanto con su arte como con su persona. Él mismo admitía que esta postura le situaba cerca de la línea del comunismo. En plena guerra fría, su manifiesto de 1944 sobre la Asociación Suiza-Unión Soviética provocó un boicot contra él en su país: dejó de recibir encargos oficiales, e incluso una serie de billetes de banco ya impresos, en la que había participado, no vio la luz. Esta confrontación entre la Confederación Helvética y Hans Erni se prolongó durante los años cincuenta y sesenta aunque, curiosamente, fue en 2008 cuando, en un discurso pronunciado en la Fundación de Arte Gianadda di Martigny, el presidente Pascal Couchepin presentó las excusas oficiales del Gobierno por aquella entonces ya lejana actitud.

Figura 3 Salida. Témpera papel, 65 × 50 cm. 1983.

En 1949 comenzó a trabajar para las Naciones Unidas (ONU) y realizó murales para exposiciones de la UNESCO y de la OMS, y en 1983 recibió la Medalla de la Paz de la mencionada entidad internacional. En 1977 se creó en Lucerna la Fundación Hans Erni, y dos años después, en 1979, se inauguró en la misma ciudad el Museo Hans Erni.

Figura 4 Paso de testigo. Témpera papel, 65 × 57 cm. 1995.

Figura 5 Fútbol. Témpera papel, 65 × 50 cm. 1983.

Figura 6 Balonmano. Témpera, 65 × 50 cm. 1983.

Figura 7 Tiro al arco. Témpera papel, 65 × 50 cm. 1983.

Figura 8 Halterofilia. Témpera papel, 65 × 50 cm. 1983.

Figura 9  Boxeo. Témpera papel, 65 × 50 cm. 1983.

Figura 10 Lucha. Témpera papel, 65 × 50 cm. 1983.

En 1983, el Comité Internacional Olímpico (CIO) le encargó 31 composiciones dedicadas a los deportes olímpicos y destinadas al Château de Vidy, en Lausana, y en 1986 un mural de grandes proporciones denominado Olimpia: Mito y Realidad, para la sala de sesiones del CIO. En 1989, la Academia de Deportes de los Estados Unidos nombró a Hans Erni "artista deportivo del año" y le remitió la correspondiente distinción. El 1992, en ocasión de los 25 Juegos Olímpicos celebrados en Barcelona, el Presidente del CIO, Juan Antonio Samaranch, impuso a Hans Enri la medalla de oro por su obra artística de contenido deportivo1.

1El mismo día que le fue librada la medalla, Hans Erni fue agredido y la joya le fue robada mientras paseaba por las calles de la Barcelona gótica. La recuperación fue rápida y eficaz.

Figura 11 Juegos Olímpicos. Témpera papel, 65 × 50 cm. 1983.

Figura 12 Gimnasia. Témpera papel, 65 × 50 cm. 1983.

Figura 13 Equitación. Témpera papel, 65 × 50 cm. 1983.

Figura 14 Tenis. Témpera papel, 65 × 50 cm. 1983.

Figura 15 Pentatlón moderno. Témpera papel, 65 × 50 cm. 1983.

Figura 16 Remo. Témpera papel, 65 × 50 cm. 1983.

Hans Erni es un ferviente adepto al deporte, que desde siempre ha practicado. En un recuerdo de juventud, nos habla de una barra fija improvisada en su domicilio que, al sufrir una caída, le provocó una fractura nasal que diez años después precisó una intervención quirúrgica. Había practicado gimnasia, esquí -había sido campeón juvenil de saltos y de fondo- y hasta los cincuenta años jugaba a hockey sobre hierba. Esta pasión por el deporte le llevó bien pronto, durante los primeros años treinta, a realizar dos carteles dedicados a un concurso de lucha y a una fiesta de gimnasia, que constituyen las primeras obras que relacionan el arte con el deporte. Después, con cierta regularidad reemprendió el tema del deporte a lo largo de tota su carrera artística. Al entrar en el período abstracto, algunas obras de Hans Erni -especialmente carteles o la decoración de una sala de reuniones- dedicadas a deportes típicos de su región no gozaron del aprecio popular. La comentada obra Suiza, país de vacaciones de todos los pueblos devolvió a su arte su personal sentido figurativo que, a partir de entonces, se encuentra en todas sus posteriores producciones.

Raymond Gafner explica que, cuando Hans Erni rondaba los veinte años, viajó a Sicilia, donde por primera vez entró en contacto con temas de la Antigüedad. Allí nació su interés por la belleza del cuerpo relacionada con motivos mitológicos. Se enteró de que en aquel tiempo las competiciones se desarrollaban entre hombres desnudos, sin zapatos ni ningún equipamiento especial: el atleta se enfrentaba a otros hombres desnudos procedentes de todas las regiones griegas. La ilustración en 1941 del libro El Banquete de Platón representó una introducción a la filosofía y al arte griegos, mientras que la ilustración en 1944 de las Olímpicas de Píndaro lo situó en la realidad del deporte de la Antigüedad, modelo del actual olimpismo. Estos antecedentes fueron el motivo de que las representaciones deportivas de Hans Erni hasta los años ochenta estuviesen dedicadas casi totalmente a imágenes clásicas, incluso cuando las presentaba como deportes olímpicos. La carrera a pie es el deporte que más y mejor le inspiró, ya que le permitía rendir homenaje a la belleza del cuerpo humano desnudo y en movimiento, es decir vivo.

Figura 17 Olimpia: Mito y Realidad. Mural. Château de Vidy, 1986.

Figura 18 Mural Todo es movimiento. Sede de la ONU en Ginebra.

Como hemos señalado, en 1983 el Comité Internacional Olímpico le encargó que realizara 31 telas para ilustrar los deportes olímpicos. Hans Erni cumplió la petición y creemos que hoy todavía pueden contemplarse en la sede del CIO en Lausana. En la mayoría de las obras los atletas protagonistas de la acción se encuentran rodeados por imágenes de antiguas divinidades, lo cual proporciona al conjunto un aspecto de severa sacralización. Evidentemente algunos de los deportes, en especial los violentos, no se prestan a estas situaciones, y en tales casos Hans Erni soluciona el problema acercándose a los deportistas y muy especialmente jugando con los colores. Los títulos de los diferentes deportes representados son: Juegos de la Olimpíada, Remo, Canoa, Baloncesto, Voleibol, Boxeo, Tiro al arco, Ciclismo, Vela, Fútbol, Balonmano, Halterofilia, Hockey, Lucha, Judo, Tenis de mesa, Tenis, Pentatlón moderno, Equitación, Tiro, Esgrima, Natación, Atletismo, Gimnasia, Juegos Olímpicos de invierno, Biatlón, Bobs, Esquí, Luge, Hockey sobre hielo y Patinaje. En el gran mural de la Sala de Reuniones del CIO, llamado Olimpia: Mito y Realidad y realizado en 1986, representa el mismo ambiente que se muestra en los cuadros antes comentados, comparando la práctica deportiva de hoy con la de la Antigüedad.

En junio de 2009, Hans Erni, que el 21 de febrero había cumplido los cien años, recibió un homenaje en Ginebra. Lleno de energía y de inspiración, presentó su última obra: Todo es movimiento. Este enorme mural de baldosas de sesenta metros de largo por dos de ancho, en el cual sobre un fondo azul pueden verse palomas y rostros africanos, asiáticos y latinos, decora desde entonces la entrada de la sede europea de la ONU. El centenario artista ha querido dejar constancia de su voluntad de trabajar y vivir en honor de la PAZ.


Información consultada

Hans Erni - OlympArt. ABC Verlag Zürich. 1990.

Hans Erni - Fundación "La Caixa". Barcelona.1992.

Hans Erni - Sport Passion. Musée Olympique. Lausana. 1999.

Teresa Ryf-Espert. Hans Erni, ciudadano del Mundo. Crónicas helvéticas + Nexos hispanosuizos. Diciembre de 2004.

Swisslatin. Portal suizo de información y servicios. Junio de 2009.

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