La promoción de la actividad física tiene padres y promotores, y podemos afirmar que el Dr. Carles Vallbona fue un impulsor de ella en Catalunya, a pesar de vivir a más de 10.000 km de distancia no faltó nunca a las sesiones de trabajo ni a jornadas, siempre con una energía y vitalidad envidiables. Su implicación, asesoramiento y capacidad de liderazgo fue de gran ayuda para conseguir implantar programas encaminados a la promoción de la salud a través de la actividad física. Fue una persona clave para llevar a cabo diferentes acciones en nuestro país.

Ahora, y con la sensación de habernos quedado un poco solos científicamente, deberemos aprender a vivir con la ausencia del profesor Vallbona, una figura clave en la promoción de un estilo de vida y alimentación saludables, y especialmente del envejecimiento activo. Muchos son los actos de reconocimiento que se le han hecho, últimamente se le otorgó la Creu de Sant Jordi de la Generalitat de Catalunya, pero no pretendemos hacer un elenco de su méritos, sino compartir con vosotros estas líneas y dejar constancia del recuerdo de una gran persona y de un excelente y brillante profesional. La noticia del su fallecimiento nos llega en pleno período de vacaciones estivales, y la velocidad con la que se esparce entre la comunidad científica catalana e internacional pone de manifiesto su impronta tanto humana como profesional.

Este verano ha sido distinto, ha volado por nuestro pensamiento, con una mezcla de tristeza y alegría, el placer de su conversación que siempre te estrechaba dulcemente, con la palabra justa de alguien que conocía bien el significado de lo que es compartir. El profesor Vallbona sabia difundir la ciencia con palabras simples y ejemplos útiles, ejerciendo un liderazgo sutil e inteligente, siempre para conseguir el mismo objetivo: mejorar la salud de las personas.

Una de nosotras recibe la desdichada noticia cuando le queden pocos metros para alcanzar el objetivo de una ascensión y decide en silencio y con tristeza, dedicarle la cima. La otra se encuentra navegando por el océano, donde la inmensidad del agua hace que todo sea tan pequeño al compararlo con él, y te empuja a minimizar todas las preocupaciones. Y, por tanto, a pesar de sentir el vacío de la pérdida, la recibimos con una sonrisa que se lleva para siempre todos los buenos momentos y conocimientos compartidos con una persona llena de VIDA. La última vez que nos encontramos nos mostró unas fotografías de unas vacaciones en la nieve con sus hijos y nietos con el orgullo de un abuelo que podía gozar del deporte con los más pequeños de la familia. Siempre nos recordaba la necesidad de estar activos a cualquier edad y que no debíamos ponernos nunca barreras, ni siquiera teniendo alguna patología, ya que el ejercicio físico se puede adaptar.

Excelente médico, experimentado científico, magistral profesor y por encima de todo una gran persona, sabio, bien dispuesto, siempre con una sonrisa, activo y lleno de energía vital: practicaba lo que predicaba. Era un predicador nato, especialmente con el ejemplo: trabajó hasta el último momento y creemos cumplió con lo que decía siempre, que quería irse sano y activo (Figura 1, Figura 2).

Figura 1. Barcelona, 2012.

Figura 2. Vail, Colorado, 2012.

Nos atrevemos a compartir una de las últimas fotografías que le hicimos en Barcelona – él nos dio su consentimiento para utilizarla….y también sus hijos nos han hecho llegar la imagen de su última esquiada.

Se puede consultar material adicional a este artículo en su versión electrónica disponible en http://dx.doi.org/10.1016/j.apunts.2015.10.001.

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Recibido 14 Octubre 2015

Aceptado 29 Octubre 2015

Autor para correspondencia. mviolan@gencat.cat