Introducción
La toma de decisiones inmediatas a pie de campo y su repercusión en el desarrollo de la competición son rasgos diferenciales característicos del trabajo del médico de equipo durante la competición. La toma de decisiones en la práctica clínica tiene un objetivo común: conseguir el mejor acto médico, con la mínima repercusión negativa sobre la disponibilidad de efectivos para la competición. Esto viene condicionado por 3 situaciones:
La variabilidad entre médicos ante un mismo proceso es muy alta, también la de un mismo médico ante distintos pacientes que presentan el mismo proceso en diferentes situaciones. Esta incertidumbre en observaciones, percepciones, razonamientos, intervenciones y estilos de práctica se conoce como variabilidad de la práctica clínica. La variabilidad es habitual y deseable cuando hay una débil evidencia científica, convierte la medicina en un arte, pero es poco apropiada cuando hay evidencia científica.
- El exceso de información biomédica es un problema cualitativo y cuantitativo, y puede llegar a ser una intoxicación.
- El aprendizaje de la medicina construye un pensamiento fisiopatológico deductivo. Es deseable trabajar según un modelo inductivo que permita confirmar las hipótesis1.
Cada deporte tiene sus peculiaridades en cuanto a las facilidades para atender a los deportistas lesionados. En nuestro ambiente, el fútbol profesional es un espectáculo de masas con altísima repercusión pública, que puede afectar a la toma de decisiones. Hay que tener en cuenta que la decisión más trascendente para la competición es si el jugador ha de abandonar el partido y ha de ser sustituido. Esta decisión puede ser trascendental para la evolución de la lesión o para evitar posibles complicaciones. Diferentes asociaciones médicas del deporte han puesto en marcha intentos de protocolizar diferentes actuaciones médicas (posición de la Federación Española de Medicina del Deporte en temas de medicina del deporte). Pero las decisiones a pie de campo son difíciles de estandarizar. Con la presente encuesta se pretende valorar la situación actual de las decisiones a tomar de forma inmediata.
Material y método
Durante la reunión anual de los médicos de la Asociación Española de Medicos de Equipos de Fútbol (AEMEF), el día 5 de septiembre, en Villarreal, dentro de la ponencia "Actuación médica a pie de campo", el autor J.A.C. impartió la conferencia "Criterios de actuación médica a pie de campo", y planteó 7 supuestos clínicos habituales en un partido de fútbol. Simultáneamente, y durante la presentación de cada caso (2 min de duración máxima), cada médico podía, voluntariamente, contestar a una encuesta dirigida sobre cuál sería su criterio de actuación.
La encuesta se resolvía individual y anónimamente, sin poner en común los resultados y sin discusión entre los asistentes. Se animó a los asistentes a participar en la encuesta de forma simultánea, con una rápida reflexión, intentando introducirse en la situación, como si estuvieran haciéndolo dentro de un partido. En el caso de plantearse una duda sobre la decisión que tomar, se recomendó no dejar la respuesta en blanco y contestar en función del planteamiento más frecuente en la práctica médica de cada uno.
Caso clínico 1
Jugador de campo (no portero) con sospecha clínica de un primer episodio de luxación escapulohumeral.
Preguntas
- Intento de reducción en el terreno de juego/banda/vestuario.
- Número de intentos: 0/1/2/más de 2.
- Radiografía previa al intento de reducción: siempre/no siempre.
- Vuelta al terreno después de reducción: sí/no.
Caso clínico 2
Jugador de campo con herida en el cuero cabelludo de 5 cm de longitud.
Preguntas
- Sutura en la banda/el vestuario.
- Sutura con puntos/grapas.
- Anestesia local: sí/no.
- Vuelta al terreno de juego después de la sutura: sí/no.
Caso clínico 3
Contusión craneal con desorientación transitoria, sin pérdida de conocimiento ni focalidades aparentes.
Preguntas
- Evaluación en: terreno de juego/banda/vestuario.
- Retirada de la competición: sí/no.
- Observación: no hace falta/en vestuario/en hospital.
Caso clínico 4
Traumatismo torácico por pisotón con dolor costal mecánico.
Preguntas
- Retorno al terreno a prueba con vendaje elástico/retirada de competición para valorar la radiografía.
- Auscultación en la banda para toma de decisión: sí/no.
Caso clínico 5
Distensión del tobillo en pronación. Dolor en trayecto del ligamento lateral externo. Sospecha de esguince de grado II. Voluntad de seguir por parte del jugador.
Preguntas
- Retirada de terreno de juego/vuelta al terreno de juego con vendaje funcional.
- En caso de vuelta al terreno de juego, añadir infiltración: sí/no.
Caso clínico 6
Episodio agudo de elongación de isquiotibiales con síntomas que el jugador interpreta como de ligeros.
Preguntas
- Estiramientos + masaje y vuelta al terreno de juego/retirada del terreno para evitar recaída.
- Autotest del jugador y aceptar su decisión: sí/no.
Caso clínico 7
Futbolista inconsciente, arreactivo a estímulos, dificultad para palpar el pulso carotídeo.
Preguntas
- Inicio de maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP) inmediatamente en el terreno de juego/traslado inmediato a una zona tranquila e inicio de maniobras de RCP.
- Utilitzación de desfibrilador semiautomático (DSA) por: médico del equipo/médico de emergencias, si se dispone.
Una vez planteados y resueltos los cuestionarios en 10 min, aproximadamente, se recogieron y se analizaron los datos. El análisis de los datos se expresó en porcentajes, y los resultados se devolvieron a los participantes.
Resultados
De un total de 27 médicos asistentes a la ponencia, 24 (88,8%) contestaron de forma completa y devolvieron de forma inmediata la encuesta.
En la tabla I se exponen los resultados porcentuales de las diferentes preguntas. En las figuras 1-9 se muestran los resultados de algunas de las preguntas más significativas.
Figura 1
Figura 2
Figura 3
Figura 4
Figura 5
Figura 6
Figura 7
Figura 8
Figura 9
Discusión
El conocimiento de la praxis, los criterios y las actitudes de los profesionales médicos está creciendo y es de mucho interés para los médicos y la Administración sanitaria. Últimamente no es extraño ver encuestas que muestran la más variada información de cómo los médicos diagnostican, tratan y abordan diversos cuestionarios. Esto se ha incrementado para valorar la variabilidad en la toma de decisiones frente a la creciente presencia de la medicina basada en la evidencia2.
Dentro del ámbito de la cirugía ortopédica y traumatología, y concretamente en la traumatología del deporte, especialmente en países anglosajones, en los últimos años son comunes las encuestas sobre los criterios y las técnicas practicadas al enfrentarse a lesiones del ligamento cruzado anterior de la rodilla o del manguito de los rotadores del hombro3-5. También hay alguna publicación que valora el trabajo del médico de equipo, especialmente en cuanto a los conflictos medicoéticos, que se encuentra en su trabajo6,7, pero también sobre la praxis más habitual8. No tenemos conocimiento de que en España se hayan valorado, mediante encuesta, los criterios médicos practicados en el medio deportivo, y tampoco específicamente con los médicos de equipos de fútbol.
Los casos clínicos que se proponen en este trabajo están basados en episodios reales que plantearon situaciones de duda y obligaron a tomar una rápida decisión al médico. Todos ellos muestran una disparidad más o menos marcada entre las opciones escogidas en la encuesta.
El primer caso es un supuesto que manifiesta una opinión mayoritaria, en que prima la protección de la articulación lesionada: mayoritariamente reducir la luxación en el vestuario con un máximo de 2 intentos y no permitir la vuelta al terreno de juego. Sorprende el elevado porcentaje (41,6%) de médicos que optaba por hacer una radiografía previa al intento de reducción, sobre todo teniendo en cuenta que más de un 80% haría la reducción dentro de las instalaciones del estadio.
Actitudes igualmente conservadoras y preservadoras de la integridad del deportista son mayoría en las respuestas de los casos del traumatismo torácico, con la consiguiente retirada del partido, y en el caso de la rotura de grado II del ligamento lateral externo del tobillo. Más de dos tercios de los médicos prefieren retirar al futbolista del partido, a pesar de la voluntad de éste de continuar, para evitar complicaciones y agravamientos de la lesión. En este caso, se da unanimidad a la no administración de infiltraciones para disminuir el dolor.
Más disparidad hay en la actitud ante una elongación de isquiotibiales. Aumenta hasta el 50% de médicos, que en este caso sí escucharían y tendrían en cuenta las sensaciones subjetivas del jugador.
El caso de la contusión craneal con desorientación transitoria, pero sin pérdida de conocimiento, los resultados son muy interesantes. La mayoría de médicos no retirarían al jugador de la competición, pero todos ellos harían una evaluación reglada y posteriores medidas de observación. Parece, en nuestra opinión, que la política de los organismos médicos europeos y mundiales como el F-Marc, de la Federación Internacional de Fútbol Asociado, ha llegado a establecer cierto consenso en el procedimiento y los criterios que se deben seguir en el caso de los traumatismos craneales9,10.
Un tema, quizá no tan trascendente, pero con muchísima incidencia en nuestro entorno, es la herida contusa en la cara o la cabeza. La mayoría de los médicos encuestados prefieren las grapas a los puntos y prefieren realizar la sutura en el vestuario.
Por último, en el caso clínico más grave, la parada cardiorrespiratoria, la mayoría de los médicos de equipo profesional españoles que contestaron la encuesta proponen iniciar las maniobras de RCP inmediatamente en el terreno de juego. Asimismo, utilizarían el DSA ellos mismos, sin esperar a la presencia de un médico reanimador de emergencias. Probablemente, estos resultados de la encuesta responden a la formación continuada que, desde hace tiempo, lleva realizando la AEMEF en RCP y en el uso de los DSA en el fútbol profesional. Como muestra, a finales de la temporada 2005-2006 se promovió un curso de emergencias en San Sebastián, que fue un éxito tanto de participación como de contenidos.
No obstante, estos comentarios no pueden esconder el hecho de que todavía tenemos criterios demasiado diferenciados. Evidentemente, cada club, equipo, competición y futbolista tienen sus propias características, pero el camino que se ha iniciado en algunos aspectos, como el del traumatismo craneoencefálico o la RCP, sería deseable que se extendiera a otros supuestos y lesiones. Aunque se sabe que este trabajo carece de valor estadístico, el alto grado de disparidad de criterios de actuación hace recomendable la puesta en marcha de un comité que dicte protocolos clínicos de actuación. Esta disparidad es atribuible a los diferentes entornos que envuelven cada toma de decisión, para cada situación en particular.
Agradecimientos
Queremos agradecer a los médicos de la AEMEF que respondieron la encuesta desinteresadamente, así como las facilidades que nos dieron los servicios médicos del Villareal y especialmente del Dr. Juan Abors, organizadores del encuentro anual en septiembre de 2006, al incluir la encuesta en el programa docente del curso.
Correspondencia:
Dr. Jordi Ardèvol Cuesta.
Hospital Asepeyo Sant Cugat. Avda. Alcalde Barnils, 54-60. 08174 Sant Cugat del Vall és. Barcelona.
Correo electrónico: jardmet@menta.net