Introducción
El cuidado y la higiene de los pies son de suma importancia para el deportista, ya que para la mayoría de los deportes los pies son una "herramienta de trabajo". Se calcula que en una maratón de 3 h los pies impactan unas 10.000 veces a la hora, lo que multiplicado por 2 veces nuestro peso puede darnos una idea del sufrimiento del aparato locomotor.
De las lesiones que padece un corredor, el 60% corresponden a los pies y el 29% a las rodillas1. Con estos datos podemos hacernos una idea de la importancia de su cuidado. Fracturas, dislocaciones, esguinces, contusiones, etc., ocurren todos los días2, pero en este trabajo nos vamos a centrar sobre todo en la higiene y en el cuidado de la piel para evitar en lo posible la aparición de heridas, rozaduras, ampollas, uñas encarnadas y las tan temidas micosis3-7, y si aparecen, cómo tratarlas lo antes posible, ya que se les da poca importancia pero pueden complicarse y resultar un serio problema a la hora de una competición importante.
El objetivo principal del trabajo era conocer la incidencia de las lesiones según los diferentes deportes, qué medidas preventivas utilizaban para que no ocurrieran y, en caso de aparecer, cómo las trataban.
Material y métodos
Entregamos una encuesta a 59 deportistas estudiados en el Centro Andaluz de Medicina del Deporte (CAMD) de Málaga durante los meses de febrero y marzo de 2006: 14 de natación, 14 de baloncesto, 19 de triatlón y 12 de atletismo. El cuestionario comprendía preguntas fáciles de contestar, que incluían nombre, edad, deporte, si habían tenido algún tipo de herida en los pies debida a la práctica deportiva, qué tipo de herida, el tratamiento utilizado para su curación, cuánto tiempo le había imposibilitado la práctica deportiva y, por último, si sabía por qué se habían producido tales lesiones. Para el análisis de los datos se usó el programa estadístico SPSS.11.0. Utilizamos el test de χ2 para detectar diferencias entre grupos. Se consideró significativo un valor de p < 0,05.
Resultados
En el trabajo realizado con una muestra de 59 deportistas de 4 modalidades diferentes el 79,6% tuvieron algún tipo de dermopatía en el pie debida a la práctica deportiva; la mayor incidencia correspondía al triatlón (84,2%), seguido del atletismo (83,3%), la natación (78,6%) y, por último, el baloncesto (71,4%), sin que hubiera diferencias significativas entre ellos (p = 0,81).
La lesión dérmica con mayor incidencia fueron las ampollas, con una frecuencia total de 66,1%, seguidas por las micosis (25,4%) y la uña encarnada (18,6%).
Nuestro siguiente paso fue saber qué tipo de lesión era más frecuente según los diferentes deportes. Analizamos las lesiones de forma individual según el tipo de deporte. Las ampollas eran más predominantes en atletismo (75%), seguido de triatlón (73,7%), baloncesto (71,4%) y, por último, natación (42,9%) (fig. 1).
Figura 1 Comparación en porcentaje de ampollas según los diferentes deportes.
En cuanto a las micosis, los nadadores presentaron una incidencia del 50%, seguida de triatlón (36,8%), el atletismo (8,3%) y el baloncesto (ningún caso). Existen diferencias estadísticamente significativas entre los deportes de agua (natación y triatlón) y el resto (p = 0,006). Estos resultados demuestran de forma significativa la relación que hay entre los deportes que se practican en ambientes húmedos y las micosis (fig. 2).
Figura 2 Comparación en porcentaje de micosis según los diferentes deportes.
La tercera lesión referida por los encuestados fueron las uñas encarnadas, que predominaron en atletismo (33,3%), seguido de natación y triatlón (21% cada uno) y baloncesto (ningún caso) (fig. 3).
Figura 3 Comparación en porcentaje de uñas encarnadas según los diferentes deportes.
Cuando se les preguntó si conocían la causa de tales lesiones, el 63,8% culpó al calzado y el 31,9% a la humedad; el resto desconocía el motivo. Analizando la causa según el tipo de lesión, los resultados fueron los siguientes: de los que presentaron ampollas, el 73,1% culpó al calzado, el 11,5% a la humedad y el 15% no conocía la causa. Dentro del grupo con micosis, el 50 y el 33% culparon a la humedad o al calzado, respectivamente, como causa de su lesión. Por último, para todos los que presentaron uña encarnada el calzado fue el único responsable, según los deportistas (fig. 4).
Figura 4 Relación en porcentaje entre las lesiones y las causas desencadenantes, según los deportistas.
El conjunto de lesiones hizo que se perdieran un total de 70 días de entrenamiento entre los 59 deportistas, con una media de 1,2 días y un rango máximo de 15 días en 3 de ellos.
En respuesta al tratamiento que habían utilizado para la curación de las lesiones, 3 de los sujetos del estudio tuvieron que recibir tratamiento especializado; el resto de ellos curaron sus lesiones a base de desinfección y métodos caseros.
Discusión
De los resultados obtenidos en las encuestas y después de haber revisado la bibliografía sobre esta problemática8-12, concluimos que hay que incidir, sobre todo, en una buena prevención, ya que la incidencia de dermopatías es alta (79,7%) y la mayoría de la muestra supo identificar la causa a que se debían tales lesiones (humedad y calzado); en los resultados se observa la relación entre deportes que se realizan en ambientes húmedos y micosis, y las ampollas y uñas encarnadas en atletas. Además podemos deducir que no ponen los medios adecuados para prevenir dichas lesiones, y una vez que se han presentado no le dan la suficiente importancia ni siguen un tratamiento adecuado, sin considerar que, si no se tratan adecuadamente, las lesiones incipientes pueden llegar a repercutir sobre su actividad deportiva, con pérdida de días de entrenamiento, e incluso pueden ser decisivas en la competición.
Hay que incidir sobre todo en una buena educación sanitaria, que comprendan la necesidad de utilizar las medidas preventivas en piscinas cubiertas, duchas y lugares públicos para evitar las micosis13-16. Insistir en la necesidad de utilizar un calzado adecuado a cada deporte que responda a sus características: seguridad, comodidad y versatilidad son cualidades que deben tenerse en cuenta17. El lugar o terreno donde se realiza la actividad, así como la temperatura, son aspectos relacionados a la hora de la elección, sin olvidar que a la hora de escoger el tipo de calcetines los más adecuados son los que tienen un rango hidrófobo (fibras que repelen la humedad) medio, como los de fibras acrílicas, y es muy importante que no contengan costuras, para evitar las rozaduras18,19.
Por último, ante cualquier proceso dermatológico en los pies es importante acudir a un especialista para que establezca el diagnóstico e instaure el tratamiento adecuado.
Agradecimientos
Nuestro sincero agradecimiento a todos los deportistas y entrenadores que han participado en el estudio: Club de Baloncesto Málaga (UNICAJA); Club de Atletismo Nerja; Federación Andaluza de Triatlón (Málaga), y Club de Natación Cerrado Calderón.
Correspondencia: Consuelo Sánchez Arjona. Centro Andaluz de Medicina del Deporte (CAMD). Avda. Santa Rosa de Lima, 7. 29007 Málaga. España.
Correo electrónico: consuelo.sanchez.arjona@juntadeandalucia.es