El objetivo del presente trabajo es ofrecer una revisión del conocimiento científico disponible en cuanto a las lesiones en el tenis durante los últimos 15 años, con el fin de establecer el estado actual de conocimientos sobre el tema y permitir un mejor planteamiento de líneas de investigación.
Los principales hallazgos de la presente revisión bibliográfica fueron, por un lado, la gran variación en la incidencia lesional reportada en los diferentes estudios epidemiológicos analizados. Por otro lado, a pesar de existir una importante evidencia científica que demuestra que la gran mayoría de las lesiones tienen lugar en las extremidades inferiores, solamente el 24% de los estudios analizados en esta revisión bibliográfica tuvieron como objeto de estudio los miembros inferiores y el tronco. En cuanto a los estudios de intervención analizados, desde el año 1995 hasta la actualidad solo se han publicado 7 artículos, que además tienen sus limitaciones ya que no presentan intervalos de confianza al informar de la efectividad de la intervención sujeta a examen. Por último, cabe indicar que desde el año 2007 hasta la actualidad el número de publicaciones en el campo de las lesiones en el tenis ha ido disminuyendo de forma progresiva, por lo que se hace necesaria una mayor investigación para elaborar programas de prevención de lesiones que se demuestren realmente efectivos.
The aim of the present study is to provide a review of the available scientific knowledge in terms of tennis injuries for the last 15 years with the aim of establishing the current state of knowledge about the matter and to allow a better approach of the lines of research.
The main findings of this systematic review were firstly the great variation in the reported injury incidence between the different descriptive epidemiological studies analyzed. On the other hand, although a great scientific evidence proves that most of the injuries take place in the lower limbs, only the 24% of the studies analyzed in the present systematic review had the lower limbs and the trunk as research objects. Taking into account the intervention studies analyzed, just 7 articles were published between 1995 and the present time, besides having limitations due to the fact that they not include confidence intervals when reporting the effectiveness of the intervention under exam. Lastly, from 2007 to the present time the number of published studies in the field of tennis injuries has been progressively decreasing, so it becomes necessary a greater investigation in order to solve this fact and to develop tennis injury prevention programs which prove to be really effective.
La participación deportiva conlleva un considerable riesgo de lesiones tanto para deportistas de élite como recreacionales. Estudios llevados a cabo en Escandinavia indican que las lesiones deportivas constituyen entre el 10 y el 19% del total de las actuaciones en los servicios de urgencias1. Por otro lado, en el continente americano, entre 1997 y 1999 una cifra estimada de 7 millones de estadounidenses recibieron atención médica debido a lesiones deportivas, con una incidencia de 25,9 lesiones por cada 1.000 personas2.
Uno de los deportes con mayor impacto global por tener participantes en todas las partes del mundo es el tenis. Esto se demuestra por la cantidad de países afiliados a la Federación Internacional de Tenis (ITF), con más de 200 países adscritos3.
En el ámbito nacional, la práctica de los deportes de raqueta está generalizada entre la población española. Según García Ferrando4, el 8,9% de los españoles practica tenis, y como es habitual en la mayoría de disciplinas deportivas, no todos los practicantes están federados. Sin embargo, en 2009 la Federación Española de Tenis contaba con 108.471 licencias, ocupando el séptimo lugar por detrás de otros deportes: el fútbol, la caza, el baloncesto, el golf, el judo y el atletismo. De este modo, y teniendo en cuenta la importante cantidad de practicantes de tenis, creemos de gran utilidad conocer la incidencia y el tipo de lesiones en el tenis, para de esta manera poder establecer los mecanismos necesarios con el fin de prevenir la aparición de lesiones en este deporte. Dadas las características específicas del tenis en cuanto a material utilizado, técnica de juego y aspectos físicos, se puede argumentar que este deporte tiene un perfil único de lesiones deportivas y que las diferencias en equipamiento, biomecánica y demandas físicas provocan en los practicantes de tenis un perfil lesivo que difiere al de otros deportes5.
Por lo tanto, el objetivo del presente artículo es realizar una revisión bibliográfica con el fin de conocer lo publicado sobre epidemiología, etiología y medidas de prevención de lesiones en el tenis durante los últimos 15 años.
MétodoLas bases de datos utilizadas para realizar la búsqueda bibliográfica han sido MEDLINE, ISI WEB OF KNOWLEDGE y EBSCO. Además, también se han consultado distribuidores de revistas como MDconsult, Elsevier y Springer.
Las palabras clave utilizadas para la revisión bibliográfica han sido: «injuries», «prevention», «aetiology», «incidence», «risk factors», todas ellas unidas al término «tennis».
Para focalizar al máximo la búsqueda se aplicaron varios filtros. En primer lugar, un límite temporal para limitar la búsqueda entre enero de 1995 y diciembre de 2010. También se limitó la búsqueda a artículos cuya muestra fuese humana y no animal.
Para la selección de artículos útiles para el estudio, éstos debían cumplir con los siguientes criterios de inclusión:
• Debían contener datos de lesiones en el tenis.
• Debían investigar la frecuencia de lesiones en el tenis, la etiología (p. ej., factores de riesgo), la eficacia de las medidas preventivas, o la combinación de todos ellos.
• Debían estar publicados en inglés, en alemán o en español.
Se excluyeron todos los estudios referentes al tratamiento quirúrgico de las lesiones en el tenis, debido a que no eran útiles para la finalidad de nuestra revisión.
Para el propósito de la presente revisión se definió lesión deportiva como todo aquello que ocurre como resultado de la participación en una acción deportiva tanto en entrenamiento como en competición, que requiere atención médica por parte del cuerpo técnico (médicos, entrenadores, fisioterapeutas, etc.) y que resulta en una restricción de la actividad físico-deportiva durante al menos el día siguiente a la lesión6.
Todos los trabajos de investigación seleccionados fueron clasificados en estudios de laboratorio, estudios descriptivos epidemiológicos, estudios de intervención, estudios de caso y revisiones bibliográficas, tal y como indica Last7 en el libro A dictionary of epidemiology.
Por razones de claridad, he aquí la definición de cada uno de los distintos tipos de estudios:
• Estudio de laboratorio: estudio prospectivo, analítico y experimental en el que se obtienen datos primarios generados en un ambiente de laboratorio8.
• Estudio descriptivo epidemiológico: estudio (transversal o longitudinal) que describe la frecuencia de lesiones en el tenis en una cohorte o subcohorte7.
• Estudio de intervención: hipotética relación epidemiológica causa-efecto al intervenir en una población y modificar el supuesto factor causal de la lesión, midiendo posteriormente el efecto del cambio8.
• Estudio de caso: análisis detallado de una persona o grupo que comparte una lesión o enfermedad particular8.
• Revisión bibliográfica: análisis estructural detallado de todas las investigaciones previamente realizadas sobre una determinada temática9.
Tras la búsqueda, se seleccionaron 152 artículos para su posterior análisis.
Se descartaron todos los artículos que no cumplían con los criterios de inclusión propuestos con anterioridad.
En cuanto a los diferentes artículos obtenidos en esta revisión, resulta de especial importancia la clasificación propuesta a continuación, ya que facilitará en gran medida una adecuada discusión de los datos.
De este modo, en la Figura 1 se encuentran clasificados los 152 artículos aceptados según el tipo de estudio y agrupados estos en cinco grandes grupos:
Figura 1. Clasificación del número de artículos encontrados según el tipo de estudio.
Estudios de laboratorioSe analizaron un total de 61 estudios de laboratorio, de los cuales 39 tenían relación con los miembros superiores10, 11, 12, 13, 14, 15, 16, 17, 18, 19, 20, 21, 22, 23, 24, 25, 26, 27, 28, 29, 30, 31, 32, 33, 34, 35, 36, 37, 38, 39, 40, 41, 42, 43, 44, 45, 46, 47, 48, 9 con los miembros inferiores49, 50, 51, 52, 53, 54, 55, 56, 57, 6 con el tronco58, 59, 60, 61, 62, 63 y 7 con aspectos generales64, 65, 66, 67, 68, 69, 70.
En los artículos que hacen referencia al miembro superior, los temas más frecuentemente tratados fueron: activación muscular, fuerza isocinética, rango de movimiento y análisis biomecánico del movimiento (Figura 2).
Figura 2. Porcentaje de estudios de laboratorio sobre miembros superiores según el tema abordado.
En cuanto a los estudios de activación muscular, 6 hacen referencia a la diferencia en la activación muscular entre el brazo dominante y el no dominante42, 44, 45, 46, 47, 48, 3 a a la activación muscular en los músculos del antebrazo en función de la empuñadura y la utilización de antivibradores23, 29, 38, 4 hacen referencia a la activación de la musculatura implicada en el servicio26, 35, 43, 49 y uno a la activación de la musculatura implicada en el drive en función de la posición de los pies (abierta o cerrada)62.
En cuanto a los artículos que se refieren al análisis biomecánico del movimiento, 4 hacen referencia al servicio y la colocación de los segmentos corporales para prevenir lesiones11, 39, 65, 69, 2 a la diferencia biomecánica entre el revés a una y dos manos y cómo afecta esto al codo de tenista27, 40, y uno a las diferencias cinemáticas en la extremidad superior entre el golpe de drive abierto y cerrado10.
En cuanto a los miembros inferiores, en 7 de los estudios se examinó la importancia de la relación pie-pista de tenis50, 51, 52, 53, 54, 56, 57. De los 2 estudios restantes, uno hace referencia a la activación muscular de los miembros inferiores durante el servicio49, y el otro artículo se refiere al rango de movimiento de la rotación interna de cadera55 (Figura 3).
Figura 3. Porcentaje de estudios de laboratorio sobre miembros inferiores según el tema abordado.
Estudios descriptivos epidemiológicosSe identificaron un total de 18 estudios descriptivos epidemiológicos: 14 estudios sobre lesiones en el tenis en general71, 72, 73, 74, 75, 76, 77, 78, 79, 80, 81, 82, 83, 84, 2 en miembros superiores85, 86, uno en miembros inferiores87 y uno en el tronco88.
La incidencia lesional varió en función de la forma de cuantificar los datos (Tabla 1). En los artículos en los que se midieron las lesiones por jugador y año la incidencia varió entre 0,42579 y 1576. En los artículos en los que se cuantificaron las lesiones por cada 1.000 horas de juego, la incidencia lesional varió entre 0,1183 y 3,074. Por último, en los artículos donde se cuantificaron las lesiones por cada 1.000 exposiciones deportivas la incidencia lesional varió entre 2,978 y 21,573 (Tabla 1).
Tabla 1. Características y resultados de los estudios descriptivos epidemiológicos analizados
Estudio | Diseño | Población | Definición de lesión | Incidencia general | Extremidad superior (%) | Extremidad inferior (%) | Tronco (%) | Tipo de lesión | Gravedad de la lesión |
(Jayanthi N, Sallay P, Hunker P, Przybylski M 74 ) | Cruzado seccional | 140M, 388F jugadores recreativos. Edad media 46,9 años | Lesión o dolor experimentado por el jugador en los 12 meses previos y con reposo ≥7 días | 3,0 lesiones/1.000h | 41 | 49 | 3 | Predominan lesiones de sobrecarga, sobre todo en el miembro superior | ND |
(Kuhne CA, Zettl RP, Nast-Kolb D 76 ) | Prospectivo con seguimiento de 6 meses | 60 profesionales y 50 recreativos. Edad media prof., 25. Edad media recreat., 53 | Lesiones y problemas experimentados por el jugador durante la temporada | 1,5 lesiones por jugador y año | 25 | 64 | 11 | Calambres, distensiones y esguinces fueron las lesiones más comunes | 3,3% de lesiones agudas y 2,2% de lesiones crónicas precisaron cirugía |
(Silva RT, Takahashi R, Berra B, Cohen M, Matsumoto MH 80 ) | Estudio prospectivo de todos los tratamientos médicos requeridos durante un torneo | Jugadores junior participantes en circuito brasileño en categoría sub 12, 14, 16 y 18. Población: 7.700 | Cualquier consulta o tratamiento dado a un jugador en el transcurso del torneo | 6,9 tratamientos médicos por cada 1.000 partidos jugados | ND | ND | ND | Contracturas musculares fueron las lesiones más comunes | ND |
(Sallis RE, Jones K, Sunshine S, Smith G, Simon L 79 ) | Estudio retrospectivo de cohorte de los informes de lesión almacenados por los entrenadores con un seguimiento de 15 años | Jugadores universitarios con un rango de edad entre 18 y 22 años; 3.767 participantes de diferentes deportes, entre los que se incluye el tenis | Problema médico obtenido como resultado de la participación deportiva y que requiere visita al especialista | 0,456M; 0,425F por jugador y año | 23.1MF | 62.2MF | 14.6MF | ND | No existen lesiones de ligamento cruzado anterior y el resto no se describen |
(Steinbruck K 81 ) | Estudio prospectivo longitudinal con un seguimiento de 25 años | Jugadores de tenis, 1.257M y858 F | No se define: cualquier problema médico que requirió la visita al centro de medicina deportiva se registró como lesión | ND | 21 | 60 | 19 | Rodilla 25%Tobillo 23% | ND |
(Weijermans DNBF, Van Mechelen W 83 ) | Estudio prospectivo de cohorte a 46 clubs de tenis con un seguimiento de 6 meses | 179 jugadores de club | Problema médico relacionado con el tenis que desemboca en pérdida de entrenamientos o partidos, necesidad de consulta médica, o consecuencias sociales negativas (pérdida de clases o trabajo) | 0,11 por cada 1.000h | ND | 67 | ND | La mayoría lesiones agudas, siendo la pierna de tenista y el esguince de tobillo las más comunes | Para las 5 lesiones más comunes el 60% necesitaron consulta médica y el 20% pérdida del colegio/trabajo |
(Veijgen N 82 ) | Estudio retrospectivo de cohorte | 283 | ND | ND | 10 | 36,7 | 53,3 | ND | ND |
(Safran M, Hutchinson M, Moss R, Albrandt J 78 ) | Estudio prospectivo | 233 jugadores infantiles masculinos y femeninos | Lesión evaluada por el entrenador o médico del deporte durante los campeonatos anuales nacionales | 2,9/1.000 exposiciones deportivas | 19,9 | 27,7 | 52,5 | ND | ND |
(Hjelm N, Werner S, Renstrom P 72 ) | Estudio prospectivo de cohorte a un club de tenis sueco con un seguimiento de 2 años | 55 jugadores junior de tenis; 35M y 20F con rango de edad entre 12 y 18 años | Lesión que provoca imposibilidad de entrenar o jugar partidos en al menos una ocasión a lo largo de la temporada | 1,7 lesiones/1.000h de juego en M y 0,6 lesiones/1.000h en F | 0,5 lesiones/1.000h en M y 0,1 lesiones/1.000h en F | 0,8 lesiones/1.000h en M y 0,3 lesiones/1.000h en F | 0,8 lesiones/1.000h en M y0,3 lesiones/1.000h en F | Lesiones de sobrecarga: 46% del total | Leve=9%Media=17%Moderada=31%Severa=43% |
(Beachy G, Akau CK, Martinson M, Olderr TF 71 ) | Estudio retrospectivo de cohorte con un seguimiento de 8 años | 14.318 sujetos participaron en el estudio, de los cuales 588 participaron en tenis | Lesiones que desembocan en pérdida de entrenamiento o partido y registrado por el entrenador | 0,58 lesiones y 0,21 días perdidos en M; 0,64 lesiones y 0,21 días perdidos en F | ND | ND | ND | ND | Menor (sin pérdida)Leve (1-7 días)Moderado (8-21 días)Severo (>22 días) |
ND: no disponible; M : m asculino; F : f emenino.
En la Figura 4 se indica el porcentaje de artículos en los que se describe epidemiológicamente si el índice de lesiones es superior en los miembros inferiores, en los miembros superiores o en el tronco.
Figura 4. Porcentaje de artículos en los que se detalla la zona corporal donde asientan mayor índice de lesiones.
En 5 de los estudios72, 74, 76, 80, 83 se describe de forma específica la distribución de las lesiones en función del mecanismo de producción, indicándose en todos ellos que las lesiones más comunes fueron las de sobreuso, seguidas por las lesiones traumáticas por mecanismo indirecto. En cuanto a la diferenciación entre lesiones agudas y crónicas, se observa que las agudas tienen mayor incidencia en los miembros inferiores, mientras que las crónicas la tienen en los miembros superiores (Tabla 1).
Estudios de intervenciónDel total de estudios analizados, solamente 7 de ellos cumplen los criterios para ser clasificados como estudios de intervención. Por la importancia que tienen en el ámbito de la prevención de lesiones, se desglosan detalladamente en la Tabla 2.
Tabla 2. Características y resultados de los estudios de intervención analizados
Estudio | Muestra | Duración | Contenidos | Resultados |
(Renkawitz T, Boluki D, Grifka J 165 ) | 82 tenistas de élite (31F/51M) con y sin dolor lumbar. Edad media, 33 años | 7 semanas | Se realizaron una media de 5,5 sesiones semanales de entrenamiento consistente en ejercicios de movilización, fuerza, coordinación y estiramientos de la zona del tronco y lumbar, con especial énfasis en los ejercicios de tipo propioceptivo | El número de sujetos con dolor lumbar disminuyó proporcionalmente con la reducción del desequilibrio neuromuscular de la zona lumbar tras completar el programa de ejercicios |
(Jonsson P, Wahlstrom P, Ohberg L, Alfredson H 166 ) | 9 sujetos (5F/4M) con edad media de 54 años y dolor de hombro de larga duración (superior a 41 meses) | 12 semanas | Ejercicios en una máquina de entrenamiento muscular excéntrico denominada ulla-sling y que activa principalmente el supraespinoso y el deltoides. Se hicieron 3×15 rep. Dos veces al día y 7 días a la semana durante 12 semanas. Tras la sesión de entrenamiento, el sujeto indica el dolor sufrido en una escala VAS de 0 a 100 | Tras las 12 semanas de entrenamiento 5 sujetos quedaron satisfechos con una reducción del VAS de 61 a 18, p<0,05. En los sujetos no satisfechos el VAS fue de 67. Uno de los sujetos no satisfechos había sido erróneamente diagnosticado |
Malliou VJ, Malliou P, Gioftsidou A, Pafis G, Katsikas C, Beneka A, et al.167 | 36 jugadores de tenis jóvenes participantes en los campeonatos nacionales, con una edad media de 14 años y libres de lesiones en los miembros inferiores durante al menos 3 años | 12 semanas | Jugadores divididos en 3 grupos de 12 sujetos cada uno: grupo control, grupo pre entrenamiento y grupo postentrenamiento. Entrenamiento 3 veces a la semana con duración de 16min. El entrenamiento consiste en mantener el equilibrio durante un tiempo determinado utilizando para ello dos tablas de equilibrio diferentes y un minitrampolín al mismo tiempo que se van realizando golpes de fondo | Las 12 semanas de entrenamiento mejoraron de forma significativa todos los indicadores de equilibrio tanto del grupo preentrenamiento como en el postentrenamiento. Sin embargo, no hubo diferencias significativas entre los dos grupos de intervención |
Niederbracht Y, Shim AL, Sloniger MA, Paternostro-Bayles M, Short TH168 | 2 equipos universitarios femeninos de tenis de 6 jugadoras cada uno. De forma aleatoria, 6 jugadoras formaron parte del grupo intervención y las otras 6 del grupo control | 5 semanas | El grupo intervención participó en un programa de entrenamiento de fuerza de los rotadores externos del hombro de 5 semanas de duración con 4 sesiones semanales. El efecto del programa de entrenamiento de fuerza fue evaluado al comparar los datos pre y postentrenamiento de 5 contracciones máximas excéntricas en un dinamómetro isocinético Kin-Com | El programa de entrenamiento aumentó significativamente el trabajo total excéntrico externo sin efectos significativos en el trabajo total concéntrico interno, pico de fuerza concéntrico interno o pico de fuerza concéntrico externo. Por lo tanto, este entrenamiento disminuye los desequilibrios musculares del hombro y, asimismo, el riesgo de lesiones |
Renkawitz T, Boluki D, Linhardt O, Grifka J169 | 82 jugadores amateur de tenis, de los cuales 70 formaron parte del grupo intervención y 12 del grupo control | 7 semanas | Se realizaron ejercicios de fuerza y propioceptivos en la zona del tronco y lumbar. Al comienzo y al final de las 7 semanas de entrenamiento se realizó un test de extensión de tronco isométrica máxima y se obtuvieron los datos de activación muscular | En la primera medición se obtuvieron datos de desequilibrios musculares lumbares izquierda-derecha en el erector espinal en el 58,5% de los tenistas, lo que también estuvo estadísticamente relacionado con la lateralidad del deportista. El grupo intervención demostró un aumento significativo de la fuerza de extensión máxima de tronco |
Renkawitz T, Boluki D, Linhardt O, Grifka J169 | 15 jugadores junior, 5M y 10F, edad media de 13,0 ±1,5 años participaron en el estudio | 6 semanas | Aplicación de un programa de entrenamiento neuromuscular al que se le añaden ejercicios diseñados para mejorar el equilibrio dinámico, la agilidad, la velocidad y la fuerza. El entrenamiento se realizó 3 veces/semana con una duración de 1,5h/sesión, incluyendo calentamiento dinámico, entrenamiento pliométrico, entrenamiento de fuerza (MMII, MMSS y estabilizadores de tronco), habilidades específicas de tenis y flexibilidad | Tras la aplicación del programa se obtuvieron mejoras estadísticamente significativas en todas las pruebas realizadas (triple salto cruzado monopodal, test de drive y revés, test de servicio y test de resistencia abdominal. Ningún deportista sufrió lesión alguna o desarrolló lesiones por sobreuso como resultado de la aplicación del programa de entrenamiento. Los resultados parecen demostrar que este programa de entrenamiento puede ser efectivo en la mejora de la mayoría de los índices neuromusculares analizados |
Kibler WB, Chandler TJ170 | 51 jugadores de tenis, 29M (edad media 13,6) y 22F (edad media 13,2) participaron en el estudio | 2 años | El programa de acondicionamiento empleó ejercicios estandarizados de flexibilidad de tipo estiramiento, mantenimiento y relajación. Se evaluó el seguimiento del programa por medio de preparadores físicos y de este modo los grupos a su vez se dividieron en alto seguimiento y bajo seguimiento | En comparación con el grupo control, el grupo experimental demostró una mejora significativa en sit and reach, rotación interna en hombro dominante y no dominante, rotación externa en hombro dominante y no dominante, gastronemio no dominante, banda iliotibial dominante, rotación interna de cadera dominante y no dominante, pronación del antebrazo dominante y no dominante, y flexión de muñeca en el brazo dominante. Las áreas con cambios más significativos fueron el hombro y la espalda, que corresponden a las áreas con mayor riesgo clínico de lesión |
M: masculino; F: femenino; MMII: miembros inferiores; MMSS: miembros superiores.
En total se han encontrado 26 estudios de caso, de los cuales 15 se localizan en el miembro superior89, 90, 91, 92, 93, 94, 95, 96, 97, 98, 99, 100, 101, 102, 103, 4 en el miembro inferior104, 105, 106, 107 y 7 en el tronco108, 109, 110, 111, 112, 113, 114. Las lesiones que más se dieron en el miembro superior fueron las de estrés89, 91, 93, 98, 99, 101, 103, seguidas de las tendinopatías92, 94, 97, 100, 102 y por último de las lesiones vasculares90, 95, 96. En cuanto a los miembros inferiores, el total de las 4 lesiones estudiadas fueron de estrés.
Revisiones bibliográficasSe analizaron un total de 40 revisiones bibliográficas, de las cuales 22 tenían relación con los miembros superiores115, 116, 117, 118, 119, 120, 121, 122, 123, 124, 125, 126, 127, 128, 129, 130, 131, 132, 133, 134, 135, 136, 3 con los miembros inferiores137, 138, 139, 2 con el tronco140, 141 y 13 con lesiones en general142, 143, 144, 145, 146, 147, 148, 149, 150, 151, 152, 153, 154. En los artículos que hacen referencia a la extremidad superior la lesión más frecuentemente tratada fue el codo de tenis, con 14 referencias115, 116, 117, 118, 119, 121, 122, 124, 128, 129, 130, 133, 135, 136, seguido por las lesiones en el hombro, con 5 artículos publicados120, 126, 127, 132, 134.
Una vez conocida la distribución por zonas corporales de cada uno de los diferentes tipos de estudio en los que se divide la presente revisión bibliográfica, resulta también interesante conocer las revistas con mayor número de publicaciones en el ámbito de las lesiones en el tenis en el periodo comprendido entre 1995 y 2010 (Figura 5).
Figura 5. Número de publicaciones de revistas de impacto entre 1995 y 2010 en la temática de la prevención de lesiones en el tenis.
Al mismo tiempo es útil conocer a los autores más prolíficos en la publicación de trabajos sobre lesiones en el tenis, aspecto que se expone en la Figura 6.
Figura 6. Relación de autores con mayor número de publicaciones en el área de la prevención de lesiones en el tenis en el periodo transcurrido entre 1995 y 2010.
Por otro lado, si tenemos en cuenta todos los artículos publicados sobre lesiones en el tenis entre 1995 y 2010, se puede registrar la evolución en cuanto al número de publicaciones por año (Figura 7).
Figura 7. Número de artículos publicados por año en el periodo transcurrido entre 1995 y 2010.
A la hora de llevar a cabo futuras investigaciones puede resultar de gran ayuda conocer cuáles son las zonas corporales a las que se dedica un mayor número de publicaciones y de qué tipo de estudios se trata. De este modo, en la Tabla 3 se indica el porcentaje de artículos dedicado a cada una de las zonas específicas corporales en función del tipo de estudio.
Tabla 3. Clasificación de los artículos en función del tipo de estudio y de la región corporal afectada
Zona corporal | Laboratorio, n (%) | Descriptivo, n (%) | Intervención, n (%) | Estudio de caso, n (%) | Revisión, n (%) |
Tronco | 6 (3,95%) | 1 (0,66%) | 2 (1,31%) | 7 (4,60%) | 2 (1,31%) |
Codo | 0 (0%) | 0 (20%) | 0 (0%) | 0 (0%) | 14 (9,21%) |
Hombro | 20 (13,16%) | 1 (0,66%) | 2 (1,31%) | 1 (0,66%) | 5 (3,29%) |
General | 7 (4,60%) | 14 (9,21%) | 2 (1,31%) | 0 (0%) | 13 (8,55%) |
Miembros inferiores | 2 (1,31%) | 0 (0%) | 1 (0,66%) | 1 (0,66%) | 0 (0%) |
Pie | 5 (3,29%) | 0 (0%) | 0 (0%) | 1 (0,66%) | 2 (1,31%) |
Rodilla | 0 (0%) | 1 (0,66%) | 0 (0%) | 1 (0,66%) | 0 (0%) |
Muñeca | 2 (1,31%) | 1 (0,66%) | 0 (0%) | 8 (5,26%) | 0 (0%) |
Antebrazos | 9 (5,92%) | 0 (0%) | 0 (0,73%) | 4 (2,63%) | 0 (0%) |
Miembros superiores | 8 (5,26%) | 0 (0%) | 0 (0%) | 2 (1,31%) | 3 (1,97%) |
Cadera | 2 (1,31%) | 0 (0%) | 0 (0%) | 1 (0,66%) | 1 (0,66%) |
Total | 61 | 18 | 7 | 26 | 40 |
Teniendo en cuenta los datos de la Tabla 3, se pueden extraer cuáles son los 10 perfiles de artículos estadísticamente más publicados en los últimos 15 años (Figura 8).
Figura 8. Perfil de los 10 artículos estadísticamente más publicados en el periodo transcurrido entre 1995 y 2010.
Por último, en la Figura 9 se muestra la distribución por zonas corporales de los 152 artículos analizados en la presente revisión con el fin de discutir posteriormente si esta distribución es la más adecuada teniendo en cuenta la localización de las lesiones tratadas en los estudios descriptivos epidemiológicos.
Figura 9. Porcentaje de artículos publicados en el periodo 1995-2010 según la zona corporal estudiada.
DiscusiónA pesar de apreciar una gran variabilidad entre las incidencias lesionales establecidas y los diseños de estudio utilizados, las incidencias de lesiones en tenis se pueden comparar con las indicadas en otros deportes. Para ello se va a tomar como referencia el estudio publicado por Junge et al.155, en el que se indican las incidencias lesionales de todos los deportes practicados durante los Juegos Olímpicos de 2008 en Beijing. En este estudio se definió lesión como cualquier problema musculoesquelético (traumático o por sobreuso) ocurrido recientemente debido a la competición o el entrenamiento durante los XXIX Juegos Olímpicos de Beijing y que tiene como consecuencia la ausencia de la competición o entrenamiento156. Se comunicó un total de 1.055 lesiones, lo que equivale a una incidencia de 96,1 lesiones por cada 1.000 atletas inscritos. Aproximadamente la mitad de los diagnósticos —concretamente el 54,2%— afectaron a los miembros inferiores, el 19,7% a los miembros superiores y el 13,4% al tronco. Estos datos obtenidos son muy similares a los reportados en los estudios descriptivos epidemiológicos analizados en el presente artículo (Tabla 1). Cabe destacar que de todos los estudios descriptivos epidemiológicos analizados, solamente en dos de ellos la incidencia lesional es superior en el tronco en comparación con los miembros inferiores78, 82. De este modo, en la práctica totalidad de los artículos publicados aproximadamente la mitad de las lesiones afectan a las extremidades inferiores. Esta afirmación está en concordancia con muchas otras publicaciones sobre epidemiología lesional en otros deportes156, 157, 158.
Resulta especialmente llamativo que a pesar de la gran cantidad de evidencia científica que indica un mayor porcentaje de lesiones en los miembros inferiores y en el tronco en comparación con los miembros superiores, en absolutamente todos los grupos divididos por diseño de estudio (estudios de laboratorio, estudios descriptivos epidemiológicos, estudios de intervención, estudios de caso y revisiones bibliográficas) se estudiaron con mayor frecuencia las lesiones en los miembros superiores. De hecho, como se puede comprobar en la Figura 9, solamente el 24% del total de estudios analizados en esta revisión bibliográfica tienen los miembros inferiores y el tronco como objeto de estudio. Además, también se pueden tener en cuenta los datos expuestos en la Figura 8, donde se puede comprobar que de los 10 artículos estadísticamente más publicados en el periodo transcurrido entre 1995 y 2010, solamente 2 de ellos hacen referencia a lesiones en el tronco y ninguno de ellos a lesiones en los miembros inferiores. Realmente desconocemos la razón de la gran cantidad de artículos publicados sobre lesiones en los miembros superiores, pero una posible hipótesis sería la gran profusión de dinamómetros isocinéticos en los laboratorios y su fácil utilización para comprobar desequilibrios musculares sobre todo en la zona del hombro. Los electromiógrafos también se utilizan en gran medida en este tipo de estudios, sobre todo los fijos, que son los más comúnmente utilizados en nuestros laboratorios y que, por lo tanto, solamente se pueden utilizar en estático. De ahí su facilidad de aplicación en los miembros superiores y en el tronco, ya que el sujeto no necesita estar en movimiento. Para realizar pruebas en movimiento en los miembros inferiores se necesitaría un electromiógrafo portátil, habitualmente menos utilizado.
Por otro lado, aproximadamente la mitad de las lesiones descritas en los estudios epidemiológicos analizados conllevan pérdida de práctica deportiva, lo que es comparable a muchos otros estudios que utilizan similares definiciones de lesión y métodos de tomas de datos159, 160, 161, 162, 163, 164.
Siguiendo con el estudio de Junge et al.155 en el que se estudia la incidencia lesional de todos los deportes practicados en los Juegos Olímpicos de Beijing, la tasa lesional en tenis (5,9% de los deportistas) es relativamente baja en comparación con otros deportes como el fútbol (31,5%), el taekwondo (27%), el hockey (20,4%), el balonmano (17,4%), el levantamiento de peso (16,9%) y el boxeo (14,9%). Sin embargo, la incidencia lesional en el tenis se puede considerar alta si solo se tienen en cuenta los deportes en los que no hay contacto, como es el caso de la vela (0,8%), el kayak y la canoa (1,2%), la natación sincronizada (1,9%), el buceo (2,1%), la esgrima (2,4%) y la natación (3,4%). De hecho, solamente 3 de todos los deportes olímpicos en los que no hay contacto entre los jugadores tienen índices lesionales superiores: el voleibol (8,0%), la gimnasia (7,5%) y el tiro con arco (7,0%). Estos datos nos hacen concluir que todavía queda un importante trabajo pendiente a la hora de elaborar estrategias que reduzcan el índice de lesiones en el tenis. Sin embargo, y a pesar de los resultados encontrados en todos los estudios analizados, no existe en la literatura especializada ninguna publicación en la que se hagan comparaciones directas entre los riesgos de lesión o la prevalencia de lesión a lo largo de la vida deportiva entre el tenis y otros deportes.
En cuanto a los estudios de intervención, hasta este momento no existe en la literatura ninguna revisión bibliográfica ni sistemática en la que aparezcan publicaciones donde se apliquen estrategias de prevención para reducir las lesiones asociadas a la práctica del tenis. De hecho, de los 7 estudios en los que se aplican protocolos de ejercicios con el fin de reducir el índice de lesiones165, 166, 167, 168, 169, 170, 171, en ninguno de ellos se comprueba si realmente esa reducción ha sido efectiva en los jugadores de tenis.
En el estudio de intervención de Kibler y Chandler170 en el que 51 jugadores de tenis realizaban un protocolo específico de ejercicios de estiramiento se demostró que los ejercicios mejoraban el rango de movimiento. A pesar de que no se registró el índice de lesiones, los autores hipotetizaron que el programa de estiramientos reduciría el riesgo de padecer lesiones jugando al tenis. Actualmente no existe evidencia de que una flexibilidad limitada se asocie con un riesgo superior de sufrir lesiones en el tenis. En una revisión sistemática de estudios de intervención sobre los efectos de los estiramientos172 se demostró que los estiramientos previos al ejercicio no daban lugar a una reducción del riesgo de padecer lesiones deportivas. Sin embargo estos autores indicaron que la generalización de esta conclusión requeriría una mayor investigación. De este modo resultaría de gran utilidad investigar los efectos del programa diseñado por Kibler y Chandler170 en la incidencia lesional en el tenis.
Por otro lado, si tenemos en cuenta todos los estudios descriptivos epidemiológicos analizados, y considerando que la zona corporal más propensa a padecer lesiones en los jugadores de tenis son los miembros inferiores, seguidos por el tronco y, en último lugar, por los miembros superiores, solamente se ha publicado un estudio de intervención sobre lesiones en los miembros inferiores167, 2 que tratan sobre lesiones en el tronco165, 169 y uno que trata tanto las lesiones en los miembros inferiores como en el tronco171. Estos artículos hacen referencia a los beneficios del entrenamiento de la propiocepción, de la fuerza y de los estiramientos para prevenir lesiones en los jugadores de tenis. Existen numerosos y muy recientes artículos que demuestran que el entrenamiento de la propiocepción, junto con el fortalecimiento de la musculatura estabilizadora, reduce el índice de lesiones en los miembros inferiores y en el tronco173, 174, 175, 176. Sin embargo, en ninguno de los 4 artículos de intervención encontrados en nuestra revisión bibliográfica se prtocede una toma de medidas pasado cierto tiempo para comprobar si realmente el sujeto se ha lesionado menos o si las ganancias adquiridas se mantienen con el paso de las semanas.
Por último, nos gustaría hacer referencia a los datos mostrados en la Figura 7. Como se puede comprobar, solamente entre el año 2006 y 2007 se han publicado un total de 46 artículos sobre lesiones en el tenis, lo que supone el 30% del total de artículos publicados en un periodo de 15 años. Realmente desconocemos a qué se debe este aumento en el número de publicaciones, pero si analizamos los datos de forma más detallada se puede comprobar que en 28 de los 46 artículos publicados (61% del total) la temática tratada se divide solamente en 3 grandes grupos: estudios de laboratorio sobre desequilibrios musculares en los miembros superiores detectados con dinamómetros isocinéticos (30%); estudios sobre fracturas de estrés en los miembros superiores (20%), y revisiones bibliográficas sobre la epicondilitis (11%). A fin de comprobar si el aumento en el número de publicaciones obedece a criterios mediáticos —y por lo tanto este aumento se deba a una mayor trascendencia de las lesiones sufridas por los deportistas profesionales— se cuantificaron las lesiones padecidas por los 10 mejores tenistas del ranking de la ATP177 en los años 2005, 2006 y 2007. Dieciséis jugadores estuvieron entre las 10 primeras posiciones del ranking en este periodo de 3 años, y en ellos se contabilizó un total de 38 lesiones178. Las más comunes fueron las lesiones musculares en la zona del muslo (8 lesiones), las lesiones de espalda (7 lesiones) y las de hombro (6 lesiones). Las lesiones que se dieron en menor medida fueron las de muñeca (4 lesiones), tobillo (4 lesiones), abdominal (3 lesiones), rodilla (2 lesiones), codo (2 lesiones), cuello (una lesión) y cadera (una lesión). Como se puede comprobar, el perfil lesivo de los jugadores profesionales analizados en el periodo transcurrido entre 2005 y 2007 difiere bastante del enfoque dado a los artículos publicados entre 2006 y 2007, por lo que podría descartarse que esta fuera la razón del aumento en el número de artículos mencionado con anterioridad.
Otro posible enfoque para este aumento en el número de publicaciones sería el tecnológico, es decir, que para la elección del tipo de estudio de investigación solamente se tuvieran en cuenta los aparatos necesarios para realizar las mediciones y no tanto las necesidades reales de los practicantes de este deporte. Para estudiar lesiones como las epicondilitis se hace necesaria la utilización de la resonancia magnética, que es considerada el gold standard. Del mismo modo, para cuantificar los desequilibrios musculares entre los agonistas y antagonistas de un grupo muscular dado se requiere la utilización de un dinamómetro isocinético. Por lo tanto, podría darse la posibilidad de que este periodo de tiempo transcurrido entre 2006 y 2007 coincida con un aumento de la adquisición de este tipo de aparataje por parte de los centros de investigación encargados de llevar a cabo los estudios.
Sin embargo, lo que llama especialmente la atención es el hecho de que en años posteriores (2008 y 2009) el número de publicaciones ha ido descendiendo, apreciándose un pequeño repunte en el año 2010. Esto posiblemente se deba al hecho de que los investigadores principales, tras comprobar el gran número de publicaciones existentes en 2006 y 2007 sobre los temas ya discutidos con anterioridad, se decidieran por abrir nuevas líneas de investigación, con la dificultad que esto conlleva y por lo tanto con el consiguiente descenso en el número de publicaciones anuales en el campo de las lesiones en el tenis. De hecho, se ha podido apreciar que el 32% de los artículos publicados en 2010 tratan sobre los desequilibrios existentes entre el brazo dominante y el no dominante42, 44, 45, 46, 47, tema éste que en años anteriores no había sido tratado de forma tan específica.
Por último, nos gustaría indicar que a pesar de que se han revisado de forma exhaustiva todos los artículos publicados sobre las lesiones en el tenis, creemos en el presente trabajo de investigación tiene algunas limitaciones. Los estudios elegidos para esta revisión proceden de bases de datos electrónicas o publicaciones, así que todos los artículos no publicados no se han incluido. Además, tampoco se han incluido los artículos publicados en otros idiomas que no sean inglés, alemán o español. A pesar de todo ello, creemos que se han identificado los artículos clave.
Teniendo en cuenta las limitaciones arriba descritas, los principales hallazgos de la presente revisión bibliográfica son:
• Existe una gran variación en la incidencia lesional en el tenis en los estudios analizados.
• La gran mayoría de las lesiones tienen lugar en las extremidades inferiores, seguidas de las extremidades superiores y, por último, del tronco.
• Existen muy pocos estudios en los que se indique la relación entre los factores de riesgo y la aparición de lesiones en el tenis.
• La poca cantidad de estudios de intervención publicados desde el año 1995 hasta la actualidad en el área de las lesiones en el tenis (solo 7 artículos publicados).
Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.
Recibido 11 Junio 2011
Aceptado 26 Julio 2011
Autor para correspondencia. Dgutierrez@pdi.ucam.edu