Tras la lectura del Editorial del último ejemplar de Apunts1 y en nombre del Registro Español de Muerte Súbita en el Deporte, quisiéramos realizar algunos comentarios.
Tras muchos años de esfuerzos para difundir el tema de la muerte súbita en el deporte (MSD), no siempre bien comprendidos, nos congratula que todos los implicados nos sensibilicemos sobre su existencia y prevención.
Creemos que todo acercamiento a la MSD debe ser extremadamente cauto y riguroso. Por eso, cuando en el Editorial referido se afirma "... la incidencia (de la MSD) es equiparable a la de la población no deportiva", se contradice claramente el estado del conocimiento actual2-4. Así, en nuestra reciente publicación en Apunts, afirmábamos: "...Existen datos que sugieren que la realización de una actividad deportiva intensa incrementa sensiblemente el riesgo de sufrir una muerte súbita. De hecho, las personas que practican actividad deportiva intensa presentan una incidencia mayor que las no deportistas, 1,6 muertes por 100.000 frente al 0,75 por 100.000"5.
El último documento de consenso de la American Heart Association, confirma dos hechos fundamentales: el aumento de casos de MSD en Europa y Estados Unidos, así como la indudable relación entre práctica deportiva y episodios fatales6.
La única realidad es que la práctica intensa de actividad física tiene efectos adversos bien conocidos sobre el sistema cardiovascular y más allá de nuestros deseos, si esto se asocia a alteraciones cardíacas no bien diagnosticadas, estamos sometiendo a nuestros deportistas a un riesgo que no deberíamos asumir.