El objetivo de esta revisión es analizar la influencia de la sensibilidad plantar en la mejora de la capacidad de reequilibración y de gestión del movimiento, analizando los mecanismos que permiten valorarla y describiendo los factores que en ella influyen. Para ello se realizó una búsqueda sistemática de la bibliografía publicada entre 2000 y 2016, en las bases de datos PubMed, Web of Science, Sport-Discus y en las referencias citadas en los artículos recuperados, cuyo idioma de publicación fuera español o inglés. Un total de 9 artículos fueron recuperados y analizados.
La mayoría de los estudios sugieren que, la retroalimentación sensorial del pie resulta fundamental en el mantenimiento de los patrones generales (posturales y de desplazamiento) y específicos (deportivos). La alteración de la cantidad o calidad de la información aferente plantar no solo parece alterar la creación de los diferentes patrones, sino que podrá incrementar el riesgo de aparición de lesiones.
The objective of this review is to analyse the influence of plantar sensitivity in improving the ability of re-balancing and movement management, by analysing the mechanisms that allow valuing and describing the factors that influence it. This required a systematic search of the literature published between 2000 and 2016 in PubMed, Web of Science, and Sport-Discus, as well as in the references cited in retrieved articles. The publication language was Spanish or English, and a total of 9 items were recovered and analysed.
Most studies suggest that foot sensory feedback is essential in maintaining the general (postural and displacement) and specific (sports) patterns. Altering the quantity or quality of the plantar afferent information, not only appears to alter the creation of different patterns, but may increase the risk of injury.
El pie es una estructura hipercompleja sobre la que se sustenta nuestro cuerpo y que se caracteriza por ser la única parte que contacta con el suelo. Entre sus diversas funciones, destaca la de proporcionar información aferente al sistema nervioso central desde los receptores plantares, que será utilizada posteriormente para mantener la postura y generar patrones de movimiento. En los últimos años, diversas líneas de investigación se han centrado en el estudio de la influencia que la información aferente proporcionada por los receptores plantares del sistema somatosensorial ejerce sobre el equilibrio, el control postural y el movimiento, así como en la aparición de lesiones1, 2, 3, 4. Teniendo en cuenta que la planta del pie es el límite entre nuestro cuerpo y la superficie sobre la que este se sustenta y que además, está dotada de gran cantidad de receptores sensitivos, resulta lógico pensar que esta tendrá una implicación directa en la gestión de la postura y del movimiento5, 6.
La piel es el mayor órgano del cuerpo humano7, cuya función es la de actuar como barrera protectora, aislando al organismo del medio que lo rodea, protegiéndolo y contribuyendo a mantener íntegras sus estructuras, al tiempo que actúa como un sistema de comunicación altamente eficiente entre nuestro cuerpo y el entorno más próximo. Además, la piel del pie posee ciertas características que la diferencian de la del resto del cuerpo humano: en primer lugar, su epidermis presenta un mayor espesor, lo que contribuye a mejorar su resistencia y su capacidad de amortiguar cargas. En segundo lugar, la piel del pie no posee glándulas sebáceas, de manera que la película hidrolipídica es menos rica en componentes grasos. Y por último, presenta un elevado número de glándulas sudoríparas ecrinas, a través de las que se elimina agua, sales minerales y sustancias de desecho8.
El grupo de receptores plantares que posibilitan la sensibilidad en el pie es heterogéneo debido a la diferente naturaleza de los distintos tipos de receptores cutáneos y a la diversidad de fibras nerviosas aferentes existentes9. A excepción de los nociceptores y de los termorreceptores, la mayoría de las aferencias cutáneas corresponden a los mecanorreceptores, que responden a estímulos de presión y vibración, y se encuentran relacionados con las fibras aferentes mielínicas (fibras de velocidad de conducción rápidas)10.
Los mecanorreceptores pueden ser clasificados en dos grupos: los de adaptación rápida y los de adaptación lenta. Dentro del primer grupo, encontramos los corpúsculos de Meissner y los de Paccini11. A los primeros también se les denomina táctiles, y son de localización superficial (interviniendo en el tacto superficial y respondiendo a vibraciones de baja frecuencia)12, 13. Por su parte, los corpúsculos de Paccini se encuentran en la dermis profunda de la piel y en el interior del tejido adiposo plantar y responden de forma rápida a sensaciones de presión profunda, vibración de alta frecuencia y estiramiento14.
Asimismo, podemos encontrar dos tipos de mecanorreceptores de adaptación lenta: los discos de Merkel y los corpúsculos de Ruffini15. El disco de Merkel se localiza en la superficie de la epidermis de la piel y está implicado en el tacto superficial o discriminativo. A los corpúsculos de Ruffini, se les considera una variante de los corpúsculos de Meissner, se localizan más profundamente y median sensaciones de tacto grueso y persistente16.
Además, los niveles de sensibilidad en la superficie plantar podrán variar enormemente dentro de la población sana17 y patológica18, observándose umbrales de activación muy distintos en función de la edad, la zona del pie, el sexo o el tipo de estímulo presentado (vibratorio o de presión)19. Todo ello sugiere que la información aferente plantar podría influir directamente sobre la capacidad de reequilibración y sobre la creación de patrones motores.
Por ello, el objetivo principal de este estudio es analizar la influencia de la sensibilidad plantar en la modificación de la capacidad de reequilibración y de gestión del movimiento, analizando los mecanismos que permiten valorarla y describiendo los factores que en ella influyen.
MetodologíaLos diferentes artículos analizados en este trabajo fueron localizados en las bases de datos informatizadas on-line PubMed (MEDLINE), Web of Science y Sport-Discus. Las palabras clave utilizadas para la búsqueda fueron:
La estrategia de búsqueda y selección de artículos empleada en esta revisión obtuvo un total de 9 artículos, que finalmente cumplieron con los criterios de inclusión. Las características de los diferentes estudios localizados pueden ser consultadas en la Tabla 1.
Tabla 1. Características de los estudios realizados sobre la alteración de la sensibilidad plantar en el pie
Autor (año) | Número muestra | Edad (años) | Objetivo | Instrumento valoración | Mecanismo alteración sensibilidad | Zona valorada | Resultados |
Kavounoudias y Roll (1998) 20 | 10 | No especificado | Estudiar el efecto que la aplicación de vibraciones en la planta del pie tiene en el equilibrio corporal | Oscilómetros | Vibración | Pie | El estímulo provocaba una inclinación corporal oblicua e involuntaria, siempre en dirección contraria a la zona del pie donde se aplicaba la vibración |
Nurse y Nigg. (1999) 21 | 15 | No especificado | Analizar la relación existente entre la sensibilidad (a la presión y a la vibración) y las presiones registradas en la planta del pie durante la marcha | Monofilamentos de Semmes-Weinstein, oscilómetro | Presión vibración | Hallux | Existe una correlación inversa entre el umbral de vibración del hallux a frecuencias altas y el pico máximo de presión plantar detectado en el hallux durante la marcha y la carrera. Sujetos con mayor sensibilidad en el hallux presentaban mayores picos de presión plantar en la carrera |
Bensmaïa et al. (2005) 22 | 22 | No especificado | Investigar los efectos sobre la sensibilidad de la estimulación vibratoria supraumbral | Motor lineal de realimentación controlada | Vibración | Pie | La aplicación de estímulos vibratorios por encima del umbral de excitación, puede alterar la capacidad de activación de los mecanorreceptores aferentes |
Eils et al. (2002) 23 | 40 | 25,3 ± 3,3 | Determinar la influencia de la reducción de la sensibilidad plantar, a través de la reducción de la temperatura del pie, en la distribución de los patrones de presión plantar durante la marcha | Monofilamentos de Semmes-Weinstein | Presión | Planta pie | La reducción de la temperatura cutánea modifica los patrones de la distribución de la presión de la planta del pie a lo largo de su apoyo |
Wang y Lin. (2007) 24 | 21 | No especificado | Investigar la correlación entre el grado de pérdida somatosensorial de la planta del pie y el grado de estabilidad postural | No especificado | Táctil | Planta del pie | La isquemia está asociada al incremento de la pérdida de sensibilidad plantar cutánea y a un incremento de la inestabilidad postural |
Meyer et al. (2004) 25 | 6 | 26 ± 10 | Asociar la influencia de la anestesia local subcutánea inyectada en la sensación plantar cutánea y el equilibrio corporal | No especificado | Táctil | Planta del pie | La anestesia local está asociada al incremento de la pérdida de sensibilidad plantar cutánea y a un incremento de la inestabilidad postural, principalmente cuando no se dispone de la información proporcionada por la vista |
Burcal et al. (2016) 26 | 45 | 20,2 ± 2,8 | Determinar si existen diferencias en la sensación plantar entre los corredores que han sufrido lesiones en tobillo y los que no | Instrumento eléctrico de umbral sensorial | Vibración | Arco plantar | Los corredores con antecedentes de lesión mostraron un aumento del umbral vibratorio en la región de arco en comparación con los corredores no lesionados. Una mayor sensibilidad plantar altera las funciones sensoriales después de la lesión. Este factor puede influir en el control postural subyacente y contribuir a las respuestas de carga alteradas en los corredores lesionados |
Vie et al. (2014) 27 | 30 | 28,7 ± 8,6 | Analizar si la sensación plantar somatosensorial podría modificarse mediante el uso de almohadillas metatarsales duras | Stevens Power Function | Presión | Antepié | Las almohadillas metatarsianas con dureza relativamente alta aumentaron la percepción del estímulo mecánico en antepié en comparación con almohadillas metatarsianas suaves |
Lipsitz el al. (2014) 28 | 12 | 62,3 ± 4,5 | Establecer si el ruido vibratorio subsensorial aplicado a la planta del pie mediante una plantilla vibratoria piezoeléctrica puede mejorar la sensibilidad y mejorar el equilibrio | Plantilla de espuma de uretano con sensor piezoeléctrico | Vibración | Planta pie | La aplicación del principio de la resonancia estocástica para el sistema sensorial del pie, utilizando una nueva tecnología piezoeléctrica de baja tensión puede mejorar las medidas del equilibrio y de la marcha |
Diversas metodologías han sido utilizadas para la valoración de la sensibilidad plantar: táctil29, algésica30, térmica31, vibratoria32, barestésica33, propiocepción34, reflejos35 (Tabla 2). En general, en estas metodologías suelen aplicarse estímulos mecánicos de diferente intensidad en puntos simétricos de ambos hemisferios corporales o comparar el nivel de sensibilidad entre áreas corporales distintas36. Para ello, parece importante que las valoraciones sean realizadas en ausencia de fatiga, ya que se ha evidenciado que la existencia de fatiga parece influir negativamente en su valoración37. Aunque gran parte de estas metodologías provienen del ámbito clínico38, muchas pueden ser aplicadas de forma directa o con ligeras modificaciones en sujetos sanos y deportistas39.
Tabla 2. Metodologías para la valoración de la sensibilidad plantar
Autor y año | Denominación | Instrumento a utilizar | Protocolo | Signos de alerta |
Pedro et al. (2011) 29 | Sensibilidad táctil epicrítica | Pincel, algodón | Sujeto tumbado en una camilla exploratoria y con privación de la visión. Mediante un pincel o un algodón, se aplicarán diferentes pasadas en distintas zonas de los pies, teniendo el sujeto que identificar cuándo este es tocado | El sujeto no es capaz de reconocer la sensación en diferentes puntos del pie |
Runkle et al. (2006) 30 | Sensibilidad algésica | Alfiler punta roma | Sujeto tumbado en una camilla exploratoria y con privación de la visión. Mediante un alfiler con punta roma se presiona distintas zonas del pie y se pregunta al paciente si siente dolor | Si el sujeto no detecta la estimulación en más de un punto en cada pie |
Cacicedo et al. (2011) 31 | Sensibilidad térmica | Barra térmica | Aplicar la barra térmica sobre diferentes áreas del pie, evitando siempre las zonas de hiperqueratosis o lesionadas | Cuando la temperatura aplicada sobre el pie del sujeto sea superior a 40° C o inferior a 25 °C y este sea incapaz de identificarlo |
Fernández et al. (2009) 32 | Sensibilidad vibratoria | Diapasón graduado de Rydel Seiffer (128 Hz) | Con el sujeto situado en decúbito supino en una camilla de exploración, se hará vibrar un diapasón y se colocará en la punta del primer dedo del pie, en la cabeza del primer metatarsiano y se desplazará en dirección a los maléolos tibiales y peroneales | En el momento en el que el sujeto indique que deja de sentir la vibración, se anotará la medida que aparece en el punto de intersección de ambos triángulos |
Gutiérrez et al. (2005) 33 | Sensibilidad barestésica o presora | Monofilamento 5.07 de Semmens- Weinstein | Colocación del sujeto en posición de decúbito supino en una camilla de exploración. El sanitario presionará perpendicularmente con el monofilamento sobre la piel y sin que se deslice sobre ella. El hilo se debe doblar durante un tiempo de 1 a 1,5 segundos | Cuando el paciente no es capaz de sentir uno de los puntos donde el monofilamento se dobla significa que la sensación táctil ha disminuido por debajo del umbral de protección sensitivo |
Sullivan et al. (2001) 34 | Propiocepción | - | Se colocará una articulación o extremidad en una posición determinada y se instará al participante a que reproduzca la misma posición en la extremidad contralateral | No ser capaz de reproducir la posición con la extremidad contralateral |
Singh et al. (2005) 35 | Reflejo aquileo | Martillo neuropercutor | Aplicación de un pequeño golpe con el martillo neuropercutor en el tendón de Aquiles para provocar una respuesta flexora plantar del pie | La ausencia de respuesta refleja indica que el paciente padece una afectación neuropática |
Diversos estudios han sugerido que la aplicación local de frío parece incrementar de forma aguda la actividad nerviosa simpática en la zona aplicada40, generar una vasoconstricción local refleja41, disminuir la temperatura cutánea42 y alterar la sensibilidad local43. En este sentido, Nurse y Nigg6 constataron que el centro de presión se desplazaba, desde las zonas donde se había aplicado frío hacia las zonas donde la sensibilidad era mayor, registrándose además, variaciones en los patrones de actividad muscular. Por su parte, Eils et al.44, siguiendo una metodología similar, constataron reducciones en los picos de presión plantar de las zonas estimuladas y una alteración en los patrones de presión plantar. Este hecho, puede ser interpretado como una forma de protección corporal, en la que se buscaría evitar el contacto en aquellas zonas del pie, cuya sensibilidad se presente alterada, buscando un apoyo que solicite aquellas zonas con mayor sensibilidad.
CalzadoDiversos autores han teorizado sobre la influencia que el calzado deportivo podía tener en la alteración de la sensibilidad plantar, en la información proporcionada por vía aferente desde los receptores plantares45 y en la disminución de su umbral de estimulación46. Factores como la dureza, el diseño o el grosor de la suela del calzado47, el tipo de calzado48, el tipo de plantilla interior49 el uso de determinado calzado específico como son las botas de fútbol50, parecen influir directamente sobre el nivel de sensibilidad plantar. Además, se ha mostrado que la utilización de calzado con cámara de aire podría incrementar el nivel de inestabilidad en el pie y aumentar el riesgo de lesión, fruto de la disminución de información aferente51 y que determinado calzado, como el calzado minimalista, también podría tener repercusión sobre los niveles de sensibilidad plantar52, especialmente cuando provoca estímulos dolorosos53. En este sentido, queda claro que el tipo y las características del calzado utilizado podrían generar modificaciones en la cantidad y calidad de la información recogida54.
Tipo de superficie de contactoLa dureza del terreno o del calzado son factores que pueden modificar la sensibilidad plantar e influir en el patrón de movimiento55. Chiang y Wu56 observaron cómo a medida que la dureza del suelo se volvía más blanda la estabilidad corporal disminuía, los tiempos de respuesta aferente aumentaban y las presiones plantares registradas se modificaban, fruto todo ello de la alteración de los receptores cutáneos y no de los musculares57.
HiperqueratosisLas hiperqueratosis aparecen cuando se produce un engrosamiento de la capa córnea de la epidermis originada por la hipertrofia (aumento del tamaño de sus células) o hiperplasia (aumento del número de sus células). Este incremento en el tamaño o número de las células afecta fundamentalmente a los queratinocitos o corneocitos, que son las células más numerosas de la capa más externa de la epidermis58. Las hiperqueratosis plantares son capaces de inhibir la retroalimentación sensorial en la zona donde se desarrollan59, lo que provocará un desplazamiento del centro de presiones desde las áreas con menor sensibilidad hacia las de mayor60.
Vibraciones mecánicasAunque la gran mayoría de los estudios sobre la percepción vibrotáctil de la piel han sido realizados en la mano, existe un alto grado de consenso sobre la influencia que las vibraciones mecánicas tienen en el pie, especialmente en determinadas patologías como el pie diabético. Este hecho se debe a la gran cantidad de mecanorreceptores presentes en la planta del pie (Kennedy e Inglis61 localizaron 104 mecanorreceptores en la piel del pie humano), y a la existencia de umbrales específicos de vibración en función de la zona del pie (se han encontrado umbrales vibrotáctiles más bajos en la planta del mediopié que en el talón o los dedos del pie17). Todo ello condicionará a la existencia de respuestas eferentes específicas en función del tipo de estímulo vibratorio presentado. En este sentido, la utilización de vibraciones mecánicas como método de entrenamiento se ha constatado que puede alterar el nivel de sensibilidad plantar y afectar a la capacidad de reequilibración62, especialmente en los 10 min posteriores a su aplicación y cuando las vibraciones mecánicas son de alta frecuencia63.
Plantillas propioceptivasRecientemente se ha sugerido que la colocación en el interior del calzado de plantillas de distintas texturas parece mejorar el control postural64, incrementando la capacidad de discriminación posicional del tobillo, previniendo la aparición de lesiones65 y creando patrones musculares más eficientes66. Además, estas mejoras parecen aparecer en relativamente poco tiempo (5 semanas)64. Santos et al.67, constataron que la utilización de botas de fútbol disminuía la sensibilidad plantar debido a una reducción de la superficie de contacto pie-suelo y a un aumento de los picos de presión plantar y que cuando se utilizaron botas de fútbol de forma combinada con plantillas estimuladoras, la sensibilidad y la respuesta propioceptiva mejoraba considerablemente.
DiscusiónTradicionalmente, el pie ha sido considerado como un eslabón fundamental dentro del mantenimiento del equilibrio postural68. Los primeros modelos que trataron de explicar cómo se reequilibraba el ser humano presentaban al cuerpo como un péndulo invertido69, cuyo eje de rotación se situaba en el tobillo y en el que las oscilaciones constantes del centro de gravedad eran reajustadas, gracias a la información proporcionada a través de las vías aferentes70. Aunque posteriormente fueron presentados otros modelos explicativos que atribuían a la cadera un papel fundamental dentro del proceso de reequilibración71, en la actualidad existe un cierto consenso sobre la existencia de un modelo combinado e intermitente en el que interaccionan de forma específica las diferentes partes corporales implicadas en una postura o movimiento72 y que será configurado, en gran parte, a partir de la información proporcionada por el sistema somatosensorial73.
En este sentido, parece que la información proporcionada por los receptores plantares resulta fundamental, ya que parece que cualquier alteración en la sensibilidad de los receptores cutáneos de la planta del pie, podría tener implicaciones directas en la alteración de los patrones cinéticos y musculares de apoyo74. Así por ejemplo, diversos estudios han observado cómo en sujetos sometidos a ingravidez, la pérdida de información aferente proporcionada por la planta del pie podría provocar una disminución en la actividad de la musculatura tónica75. Kozlovskaya et al.76 constataron cómo al sumergir a un grupo de sujetos en el interior de un tanque con agua durante un periodo de tiempo prolongado, se producía una disminución en los niveles de activación de la musculatura tónico postural extensora77 y un aumento en los de la flexora78, como consecuencia de la eliminación de la información aferente proporcionada por la planta del pie. Aunque gran parte de estas modificaciones van a producirse localmente, todo ello sugiere que también podrían generarse modificaciones a nivel cerebral79. Así por ejemplo, Liepert et al. (1995) constataron cómo después de una inmobilización del pie de entre cuatro y seis semanas como consecuencia de una fractura, se producía un decremento en la representación cortical en el área del pie en el cerebro80.
De forma similar, parece que una disminución en los niveles de retroalimentación sensorial en áreas selectivas del pie durante la marcha podría provocar un desplazamiento del centro de presiones plantar, desde las zonas donde se ha producido una pérdida de sensibilidad, hacia áreas de la planta del pie con mayor sensibilidad81, lo que podrá generar cambios en los patrones de presión plantar (pico de presión e integral presión-tiempo). Además, parece que todo ello podría tener repercusiones sobre los músculos implicados en el movimiento y su nivel de actividad82.
Por el contrario, diversos estudios sugieren que determinadas actividades podrían favorecer la capacidad local de recogida de información aferente o la capacidad central de activación de áreas cerebrales concretas, generando adaptaciones específicas fruto del entrenamiento. Meier et al.79 constataron, al comparar jugadores profesionales de balonmano con bailarinas profesionales, cómo estas últimas eran capaces de optimizar el nivel de activación de zonas cerebrales específicas relacionadas con el control segmentario del pie. Este hecho podría deberse, al menos en parte, al desarrollo de una mayor capacidad sensitiva desarrollada en las bailarinas por el hecho de trabajar descalzas, adoptar diferentes posiciones sobre el pie en situaciones de inestabilidad y estimular áreas de contacto muy reducidas. De forma similar, también se han constatado mejoras en los niveles de activación cerebral en deportistas que utilizan los pies de forma específica en sus deportes. En un estudio en el que se comparaba al jugador de fútbol Neymar Jr. con otros jugadores de fútbol (tres profesionales y un amateur) y con dos nadadores profesionales, se observó como este presentaba una menor actividad neural en la zona de su cerebro relacionada con el pie, al realizar movimientos simples con él, lo que fue interpretado como un signo de eficiencia83. Además, estos resultados van en la línea de los obtenidos en otras regiones corporales como las manos, en grupos que habitualmente deben desarrollar altas prestaciones como es el caso de los pianistas o teclistas84 y se ha observado cómo también sucede en primates no humanos85.
Todo ello sugiere que, cualquier alteración de la información proporcionada de forma aferente desde los pies, podría modificar los patrones de activación muscular durante la bipedestación41, influyendo de forma directa sobre los niveles de estabilidad postural.
Por otro lado, diversos estudios han mostrado la existencia de una relación directa entre una disminución en la sensibilidad plantar y un mayor riesgo lesional. Así por ejemplo, se ha constatado cómo aquellos deportistas que han sufrido lesiones de tobillo presentan menores niveles de estabilidad postural86, una disminución en los niveles de estabilidad articular y unos patrones motores alterados87. De forma similar, Steinberg et al.88 observaron cómo en pacientes con lesión del ligamento cruzado anterior existía una peor sensibilidad vibratoria en el pie y en el tobillo.
Estas alteraciones parecen ser fruto de la aparición de una modificación en la funcionalidad de los canales de información aferente provocada por la lesión, lo que justifica la necesidad de reeducar y optimizar su funcionalidad. Por otro lado, se ha cuestionado la posible influencia negativa que la crioterapia (como tratamiento o método de recuperación) podría tener sobre la capacidad de propiocepción, constatándose que los efectos sobre la capacidad propioceptiva podrán ser variables en función del tiempo de aplicación89 y de la zona corporal analizada90.
Diversos autores han investigado el efecto que el entrenamiento propioceptivo del tobillo genera en el equilibrio corporal estático, constatando que en individuos sanos, este genera efectos positivos91. Han et al.92 midieron la capacidad propioceptiva del tobillo, en 100 deportistas de élite de 5 deportes distintos (gimnasia, fútbol, natación, bádminton y baile), observando una relación directa entre el nivel de propiocepción del tobillo y el rendimiento deportivo, incluso a nivel olímpico. Todo ello, parece indicar cómo la obtención de mejoras en el equilibrio corporal a través de la sensibilidad plantar, permite disminuir el nivel de atención que el deportista tiene que dedicar, consciente o inconscientemente, al mantenimiento de la estabilidad corporal, pudiendo dedicar esta a la mejora del gesto deportivo. En un estudio en el que se compararon gimnastas con deportistas que no trabajaban de forma específica la propiocepción, se observó que los primeros disminuían su dependencia sobre los procesos de control postural, cuando eran sometidos a tareas distintas o de mayor complejidad93. Por todo ello, parece lógico pensar que un entrenamiento específico de los receptores plantares podría tener efectos positivos en la creación y optimización de los patrones motores. Por ello, su mejora debería ser considerada, tanto en actividades deportivas como en programas preventivos y de tratamiento de lesiones.
Conclusiones y recomendacionesSegún sugiere nuestra revisión, la retroalimentación sensorial del pie resulta fundamental en el mantenimiento de los patrones generales (posturales y de desplazamiento) y específicos (deportivos). Una alteración en la cantidad o calidad de la información aferente plantar no solo podrá alterar la creación de los diferentes patrones, sino que podrá incrementar el riesgo de aparición de lesiones. En este sentido, resultará básico el mantenimiento y la optimización de la capacidad de recogida de información aferente de los distintos sistemas, como forma de evitar la aparición de lesiones y patologías y de mejorar el rendimiento. La monitorización continua de los niveles de recogida de información, unido a la creación de tareas de estimulación son alternativas que deberían ser consideradas.
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.
Recibido 28 Abril 2016
Aceptado 12 Septiembre 2016
Autor para correspondencia. calebaraguas@hotmail.com